El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 31

—Señorita Ámbar. Un joven la busca. -dice Amanda sacándome de mis pensamientos. Yo no le digo nada y bajo a ver de quien se trata, quedo sorprendida cuando veo a Manuel.

—¡que sorpresa! No esperaba verte. -digo y él sonríe. —lo siento por no contestar tus llamadas. -dice.

—¿puedes ir a tomar algo conmigo? -yo miro hacia dentro como no hay nadie asiento y salgo con él, solo con mi teléfono en mi bolsillo. —te desapareciste después de mi fiesta. -digo haciéndome la molesta.

—sí, es que me enteré de cosas con respecto a mi familia que lo único que hice fue volver a mi país por un tiempo, pero ya he vuelto.

—¿así de grave fue? -le pregunto y él asiente con la cabeza. —puedes contar conmigo. -digo.

—mi hermana, no es hija de mi mamá. -dice y yo me quedo mirándolo. -¿Cómo así? -pregunto.

—cuando mis padres se juntaron a vivir, mi papá ya tenia a Emily y después nací yo, el caso es que nunca nos habían dicho nada a nosotros dos.

—wau, eso es bastante turbio. -digo y el sonríe. —si algo. -dice.

—¿Cómo lo tomo tu hermana? -pregunto. —hizo lo mismo que yo, solo que ella se quedó allá y yo volví.

—yo también hace poco me di cuenta de que tengo una hermana. -digo. —nunca he visto a tus papás. -dice.

—si, emm tienen mucho trabajo. -respondo nerviosa. —¿segura? -pregunta y yo solo asiento.

—por eso casi no los ves.

—así es. -digo. —recuerdas que te había invitado a comer a mi casa. -dice cambiando el tema.

—si claro. -respondo. —si no tienes nada que hacer puedes venir a cenar hoy. -dice.

—también recuerdo que dijiste que querías que conociera a tu hermana, y si ella se quedó qué motivo tendría para ir.

—pues, cenar en mi casa. -responde. —aun puede venir tu amigo. -dice.

—esta bien, voy a hablar con él y con mi madrina. -digo y él sonríe y me abraza, en ese momento aparece Simón. —hola. -dice algo molesto.

—hola. -responde Manuel, y yo solo me quedo viéndolo. —¿Qué hacen aquí? -pregunta.

—estábamos hablando. -respondo. -yo ya me iba, me confirmas. Adiós. -se despide con un beso en la mejilla y luego se va.

_¿Qué estaba pasando? -pregunta y sé que esta celoso. —ya te dije solo estábamos hablando.

—¿acerca de qué?

—de que iremos a cenar esta noche tu y yo a su casa. -me mira incrédulo. —simón ya deja tus celos, él y yo solo somos amigos. -él sonríe.

—no estoy celoso. -dice. —a no. -niega con la cabeza.

—ok, yo estaba pensando en darle un beso a ese chico que me estaba celando, pero como tú no estas celoso y no te doy nada.

—está bien lo acepto estoy celoso. -dice sonriendo. —muy tarde. -digo y me levanto fingiendo estar enojada. Comienzo a caminar y escucho sus pasos detrás de mí, de pronto siento sus brazos alrededor de mi cintura.