El Mismo Corazón... (Simbar)

Capítulo 22

-no fue de la noche a lamañana Simón, hay cosas que ya no se pueden evitar y lo que él siente por...

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—¿por quién, Ambar? -pregunta. —dejemos el tema hasta ahí. -

digo porque no me siento capaz de decirlo, él esta sumamente ilusionado con Luna como para hacerlo.

—solo viniste a preguntarme sobre mi ruptura con Mateo. -cambio el tema drásticamente. -también quiero saber cómo va la investigación de Sol.

—no tengo más pistas, Simón, y no sé si quiero seguir buscando, tal vez debería preocuparme por mi propio pasado.

—no entiendo a qué te refieres. -me mira confundido. —tuve una horrible pesadilla y quiero saber más acerca de ella.

—crees que te quiere decir algo.

—no sé, creo que fue un recuerdo de mi infancia, pero para serte sincera he buscado en mi memoria y no recuerdo lo que paso en aquella pesadilla.

—tal vez solo fue eso, una simple pesadilla. -me quedo mirando sus ojos, y ahora no sé porque mis ojos se han llenado de lágrimas. —es que no sé por qué no puedo recordar a mi mamá, quisiera no sé qué los recuerdos vinieran a mí y poder verla, aunque sea un par de minutos, pero no recuerdo nada de ella, y si al menos tuviera a mi papá para que me sacara de tantas dudas. -no puedo evitar que las lágrimas empiecen a rodar por mis mejillas, es entonces que él se sienta en la cama a mi lado, pasa un brazo por encima de mis hombros y yo apoyo mi cara en su hombro.

—no llores, no sabes cómo me parte el alma verte así. -da leves caricias en mi espalda consolándome. —es que no entiendo porque no puedo saber la verdad, porque todo este tiempo siempre me han dicho mentiras, siempre que quiero saber porque se fue nadie me responde y me canse de eso, Simón no sabes lo frustrante que es ver las familias en la calle, mientras que a mí me toca confórmame con una familia que ni es mí y que ni siquiera le importo. -sollozo a un más.

El levanta mi rostro con su mano libre y me hace mirarlo a los ojos. — nosotros somos una familia para ti, solo debes cambiar un poco tu actitud. -me aparto de él algo molesta.

—y porque tengo que cambiar mi forma de ser, solo para hacer parte de una familia, que si te soy sincera no estoy segura de que les importe mucho. -baja su mirada. —Ambar yo no sé...

-si ya se, que no sabes que decirme, es mejor que no hablemos más de esto, ya sabes mucho sobre mi y eso no me gusta. -él sonríe y con su pulgar limpia mi rostro. —me gusta saber acerca de tu vida.

—pero yo no sé nada acerca de ti. -sonríe dulcemente. —no hay mucho que saber acerca de mí.

—enserio no te importo dejar todo en México para venirte a Buenos Aires.

—fue una decisión complicada, allí está mi familia, pero al haberme quedado sin trabajo lo primero en que pensé fue en venir a ver a Luna y heme aquí.

-pero qué te dijo tu familia.

—siempre me han apoyado, aunque mi abuela claro no quería que me viniera, tenía miedo de que no me fuera alimentar bien.

—jaja que gracioso, Simón Álvarez mal alimentado. -sonrío ampliamente. —eso es, así me gusta verte sonriendo. -me sonrojo levemente.

—¿desde pequeño te ha gustado la música?

—sí, es mi pasión. -no puedo puedo evitar bostezar, estoy bastante cansada, él me mira y se ríe. —¿Qué es gracioso?