Capítulo 19: Clarissa Owen. "Dime cuñada".

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Capítulo 19: Clarissa Owen. "Dime cuñada".

—No puedes ser así conmigo, —se quejó cruzándose los brazos —¡Esta también es mi casa! —Exclamo sin intenciones de sentarse en el sofá como su amable hermano le había solicitado.

—Viniste de chismosa, —acuso este sin miramientos, —Arthur te lo dijo y no pudiste evitar asomar tu empolvada nariz por aquí, —aseguro el menor, sirviendo un poco de café.

—¡Calumnia! ¿Qué tipo de imagen posees de mí? ¿De verdad piensas que soy esa clase de persona? —Pregunto haciéndose la ofendida. Christopher se encogió de hombros y bebió un sorbo de café.

—Digo lo que pienso y tus argumentos aun no me hacen cambiar de parecer —Respondió con simpleza.

Su hermana dejo escapar un dramatico suspiro, puso el delicado dorso de la mano sobre sus oscuros cabellos y prosiguio.

—Los últimos meses me he sentido tan agobiada, los sueños del pasado me visitan cada noche, ¿tienes idea de la nostalgia que he sentido por estar lejos de mi amado hogar? — Un repetino dolor aquejo a Christopher en medio de la mala actuacion de su hermana, sintio como si cabeza fuese a explotar, y probablemente lo hiciera si Clarissa no acababa luego con su dramatica escena.

—Para ya, Clarissa, creo que como actriz te mueres de hambre hermana. —Dicto serio. —Bueno, si vas a estar aquí al menos podrías servir de algo, —soltó agarrando unos papeles de su escritorio.

—No me digas que me harás trabajar en la empresa, —externo ella con sus ojos bien abiertos.

-Debo reconocer que no sería una mala idea, con lo mucho que odias trabajar allá. Sé que lograría que te largaras en unas horas, el problema es que te encargarías de vaciar mi cuenta bancaria en zapatos, maquillaje y ropa, antes de tomar tu vuelo, —acuso, mientras que su hermana sonreía descaradamente ilusionada. —No te voy a dar mi tarjeta de crédito, —advirtió con el objetivo de bajar a su hermana de la nube donde seguramente estaria soñando. —Es una cosa mucho más simple de la que quiero que te encargues. Yo no he conseguido hacerlo porque, ya sabes, hombre de negocios, juntas, contratos, acciones, —menciono tocando con el dorso de su dedo índice los papeles de la empresa que contenía su mano derecha. –Hace casi un mes le prometí a Castiel, el muchacho que viste recién, —explico, —un profesor particular, solo quiero que le enseñe lo básico, leer escribir, algo de números ya sabes, lo mínimo que debe saber una persona para sobrevivir. —Se encogió de hombros.

—¿Qué quieres que haga yo con eso? —Pregunto ella no queriendo creer la misión que le había dado su hermano.

—Contrátale un profesor particular, has una entrevista, si tienes algún conocido mucho mejor, no quiero que cualquier patán venga y se pasee libremente por mi casa, tu sabes bien el tipo de seguridad que tengo desde la entrada externa hasta la puerta principal, incluso hay cámaras y ese tipo de cosas aquí dentro, pero ya con tanto dinero me he vuelto una persona conocidísima, no deseo verme en problemas de tipo televisivos. —Afirmo, —En especial contigo como hermana y visita en esta casa. —Clarissa asentía ante las palabras de su hermano, entendía bien las razones de su desconfianza, y realmente creía que era algo bastante fácil ayudarle en lo que le estaba pidiendo.

—Puedo con eso, tengo un conocido, es licenciado en literatura, lingüista y profesor de varios idiomas, —menciono tranquila, —pero no te cobrara mucho, tiene poco de enseñar y a él le gusta exponer su conocimiento, es un ególatra, la pasara bien con Castiel. —Giño su ojo, mostrando el hermoso maquillaje en sus parpados.

La mirada que Christopher le lanzo luego de esa afirmación fue congeladora, por supuesto su hermana Clarissa no era susceptible a ese tipo de poderes psíquicos que expresaba su hermano.

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