Capítulo 33: Como padres.
—¡Con que el pequeño Giulian tiene novia! ¿Y tú, como reaccionaste? —Clarissa estaba encantada con la noticia, Castiel por el contrario, aun no parecía asimilarlo del todo.
—Lo felicite, —respondió después de un largo suspiro. —¿Cómo querías que reaccionara? ¡Es mi hermano! —Dejo el lápiz sobre la mesa, llevaban media hora de clases y aun no conseguían comenzar con la tarea, ya había asumido que Clarisa no dejaría el tema pasar así como así.
—Pero tú no pareces estar feliz, ¡vamos Castiel! Tu hermano es un niño grande, merece más confianza de tu parte, ¿no lo crees? —La mujer enarco una ceja, luego de un rato tomo las manos de su doncel acompañante. —Debes apoyarlo, —asevero.
—¡Y eso hago! —Respondió Castiel convencido.
—¿Entonces qué sucede? ¿Por qué esa cara? —
—No lo sé. Él no está listo, aún es muy pequeño, hace años que no va a una escuela, es la primera chica a la que conoce después de todas esas amiguitas que tuvo en primaria. Acaban de operarlo, y aun no es tiempo de que salga al mundo de esa manera. —Castiel bajo los hombros resignado y movió su cabeza en negación.
—¡Oh, vamos Castiel! ¡El único que no está listo aquí, eres tú! —Exclamo Clarissa, provocando que el doncel levantara la vista en el acto. —Escúchame bien. Tu hermano está a punto de cumplir quince años, por supuesto que ya no es un niño. Está en plena Juventud, el momento más hermoso de la vida, acaba de recibir un trasplante, y es momento de que se reinserte en la sociedad, —apunto ella.
—¿Pero es necesario que sea con una novia? —
—Claro que no es necesario, pero él quiso que fuera de esta manera. Además es una buena muchacha, tú mismo lo has dicho, —soltó, tratando de convencer al menor.
—No estoy seguro Clarissa. Ella es una niña fantástica, pero yo pensaba que sería su amiga, no su novia, —puntualizo preocupado. Tanto llevo una mano a su abultado vientre y puso el lápiz entre sus labios.
—Ya basta Castiel. No hay nada que tú puedas hacer, te sugiero que lo aceptes y seas muy feliz por tu hermano y esa muchacha. Además no eres nadie para entrometerte, tú tienes muchas preocupaciones en este momento, ¿olvidas que estas a meses de dar a luz? Esta es la oportunidad perfecta para darle a Giulian un poco de independencia, —asevero.
Castiel no pudo decir más nada, solo bajo la vista hacia su vientre y paso una mano por aquella preciada zona, recorriendo toda la extensión, disfrutando los golpecitos suaves que le daba su pequeño Theo, inquieto, pero a la vez feliz, de recibir las caricias de su papi.
—Deberíamos salir de paseo, unas horas de distracción te harán bien. Además se nota que esos pantalones comienzan a apretarte, deberías... —
—Lamento interrumpirlos. Clarissa, podrías dejarme hablar con Castiel un momento. —Ambos levantaron la vista, sorprendidos, después de todo eran las cuatro de la tarde. Christopher nunca estaba en casa a esas horas.
Su hermana mayor no lo pensó mucho. Sonrió y rápidamente se levantó de su lugar, antes de salir, palmeo con suavidad el hombro izquierdo de su cuñado favorito, susurrando un último: "Piensa en lo que te dije", como despedida.
Christopher espero a que Clarissa abandonará la habitación, luego avanzo apresurado hasta Castiel, tomo la silla en la que antes estaba sentada su hermana y la puso más cerca aun del lugar donde reposaba el doncel, tomo asiento y levanto le mentón del menor acercándolo a su rostro, era el momento preciso para posar un beso sobre los labios contrarios. Y así lo hizo.

ESTÁS LEYENDO
Vientre de Alquiler
RomanceVientre de Alquiler. Perdió a sus padres desde joven, la única familia que le quedaba era su pequeño y enfermo hermano, su único tesoro, su mas grande adoración, por quien se desvivía y se desvelaba, también la razón principal de que decidiera ven...