Capítulo 29: La decisión correcta.

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*Este capitulo representa con mayor detalle, algunas escenas del capitulo anterior*

Capítulo 29: La decisión correcta.

Las horas habían pasado como años. Ahora comprendía lo insufrible de esa espera, la tortura que significaba dejar parte de su vida en manos ajenas. Estaba consciente de eran profesionales, y por las características exageradas de Owen, no dudaba que su hermanito estuviera en las mejores manos del país, sin embargo no llegaba a ser suficiente, nada llegaba a calmar el temblor de sus cuerpo, aminorar el nudo en su garganta, el terror instaurado en el centro de su ser.

Observo por el pasillo, y volvió a clavar su vista en ese pequeño cartel luminoso, ese que a viva voz gritaba: "Operando".

Sintió a Clarissa pasarle un jersey liviano por encima de los hombros, segundos después una taza humeante de té fue puesta entre sus dedos.

—Guarda nervios para el parto, —comento ella sonriente. Castiel correspondió el gesto, segundos después le dio un sorbo al reponedor líquido.

—No me asusta tanto como esto, —respondido tranquilo.

—¿Qué cosa? —Consulto la pelinegra, sin entender.

—El parto. —Asevero, apoyando una de sus manos sobre el minúsculo, pero bien redondeado vientre.

—¿En serio? ¿Nada de miedo? No es que quiera derribar toda tu confianza, pero duele mucho, —externo fingiendo escalofríos.

—Ya lo sé, pero es algo normal, —susurro bajando la vista. —Digo, el bebé no se puede quedar aquí adentro. —Dio dos palmaditas sobre su vientre y luego prosiguió. —Mi pá nunca tuvo miedo con Giulian, hasta el último momento estuvo muy tranquilo, y segun lo que él decía, conmigo no fue diferente, a pesar de que estaba solo y era muy joven. Creo que es eso lo que me da ánimos, saber que si él pudo con todo lo que paso, yo también puedo —Finalizo con un suspiro. —

Clarissa se quedó anonadada, ella había escuchado algunas veces a Castiel hablar de su pasado, aunque tenía bastante claro que ese era un tema que el menor evitaba mencionar, obviamente por su carácter doloroso. Aunque en ese momento no le pareció de esa manera. Castiel más bien parecía fascinado hablando de pá.

—Cuando lo pienso de esa manera, esto sin duda luce mucho menos aterrador, —agrego, sacando a Clarissa de sus cavilaciones.

—Tienes razón, todo saldra de maravillas. —

Christopher se había marchado hacía un tiempo ya, la verdad es que nunca había estado entre sus planes quedarse en el hospital. El simplemente había ido allí a hablar con Giulian, pero una cosa había llevado a la otra, lo que termino con la perdida de media mañana de trabajo. En realidad si fuera cosa de elección, seguro habría pasado el resto de la tarde con su hermana y Castiel, pero su vida no era así de simple, debía asistir a un importante almuerzo de negocios, con unos inversionistas extranjeros, quienes probablemente no podrían posponer la cita.

Ahora ya iba de regreso, le pidió a su secretaria que cancelara todas las citas del día, mientras que en la parte trasera de su lujoso Audi, llevaba un portafolio lleno de contratos y permisos por firmar, trabajo que de seguro terminaría en casa.

Bajo del auto y camino hasta el área de cardiología. Realmente esperaba que el mocoso estuviera fuera del pabellón, pero la realidad que le ataco fue diferente. Castiel y su hermana aun esperaban en la fuera de cirugía.

—¿Aun no terminan? —Pregunto contrariado, aunque la respuesta era más que obvia.

Castiel negó con la cabeza, y volvió a entrelazar sus dedos.

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