Capítulo 28: Corazón partido.
—¡Debemos movernos! —Anuncio una voz exaltada desde el marco de la puerta. Era Arthur —Tenemos un donador. —
De pronto, toda discusión sostenida en esa pequeña habitación, fueron acalladas por el alterado anuncio de Arthur.
El ni siquiera tenía la responsabilidad de dar esa noticia. El médico tratante de Giulian le contó que había un corazón en camino, por el momento prepararían todo para dar la noticia a la familia y a la vez realizar todo el protocolo pertinente a un trasplante de dicha magnitud. Sin embargo Arthur no fue capaz de escuchar ni la mitad de ese discurso, cuando ya se hallaba corriendo rumbo a la habitación del menor, lugar donde sabía que encontraría a su hermano Christopher.
—Un corazón, —murmuro de pronto, retrocedió un paso tambaleante y luego las piernas cedieron a su peso.
—¡Castiel! —
El grito resono en la estancia, Chris y Giulian habían exclamado casi al mismo tiempo. El empresario, quien tenía mayor movilidad fue el primero en llegar hasta el menor, comprobando que todo estaba bien, y solo había caído al suelo de la impresión. Luego de esté, llego Giulian, quien aparto al pelinegro con sus manos débiles y pálidas, simplemente para comprobar el estado de aquella persona a la que había estado increpando hace apenas unos minutos.
Los orbes azules se encontraron. Eran como dos gotas de agua. A pesar de tener padres diferentes, Giulian y Castiel siempre habían compartido un impresionante parecido, sus ojos, sus cabellos, incluso el tono de piel, solo había una cosa en la que ellos se diferenciaban. La forma de pensar.
—Podrás mejorarte Giulian ¿No es maravilloso? —Consulto el mayor. Tenía una sonrisa radiante en su rostro. Una que sin duda jamás había presenciado ninguno de los presentes. Incluyendo a Giulian.
Luego de oír esas palabras se quedó congelado. Estaba allí, frente a sus ojos, tan cerca que hasta lo podría palpar. La oportunidad de mejorarse, de ser el quien se levante del catre y luche por sacar a su familia adelante, ser quien proteja a su hermano, quien estudie y trabaje para él, para darle lo mejor, pero, ¿a qué costo?
Su mano que hace unos segundos se había detenido en las mejillas tibias de su hermano, comenzaron a descender. Recorrió el camino por su cuello, lentamente por su pecho y parte de ese abdomen plano. Allí estaba, en la parte más baja de su vientre, esa curvatura, pequeña y sutil. Su sobrino.
—No me voy a operar, —soltó nuevamente furioso. Consiguiendo que todas las miradas se posaran sobre él.
—No, no, no, no, ¿de que estas hablando Giulian? ¿Cómo que no vas a operarte? —Las manos nerviosas de su hermano intentaron agarrarle. Pero el menor no permitió eso, se alejó tanto como pudo, dejando a Castiel destruido sobre las baldosas del suelo.
Aquella imagen era simplemente desgarradora. En especial porque sabía que el estado de su hermano era el siemple reflejo de lo mucho que le había insultado. "¿Te habrías prostituido tú, si fuera para salvar a Castiel?" Esa pregunta rompió su corazón, pues sabía que lo habría hecho, sin pensarlo más que una vez, él habría ofrecido todo lo que tuviese con tal de salvar a su hermano mayor. Todo, excepto la vida de su hijo.
—No puedes hacer esto Giulian. Debes operarte, —intento convencer, pero más que nada era una súplica desesperada por no ver sus planes derrumbados.
—¿Y entregarlo a él a cambio? —Pregunto el menor contrariado. —¿Estás loco Castiel? Es tu hijo, —afirmo, observando como el mayor sostenía su pecho y jadeaba dolido —¡Es tu hijo, Castiel! ¡¿Lo vas a entregar así nada más?! —
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Vientre de Alquiler
RomanceVientre de Alquiler. Perdió a sus padres desde joven, la única familia que le quedaba era su pequeño y enfermo hermano, su único tesoro, su mas grande adoración, por quien se desvivía y se desvelaba, también la razón principal de que decidiera ven...