Otro día más

- Cap. 1 -

El viaje había sido largo pero sabía que iba a merecer la pena. Cada vez estaba más cerca de hacer realidad su sueño y no iba a dejarlo escapar.

Tras muchas horas de vuelo solo quedaba cruzar el río en barco, de ahí a la residencia estudiantil y a descansar para poder empezar con las clases en el Studio.

No iba a ser fácil, estar solo, en un país bastante lejano del suyo, pero confiaba en que pronto haría amigos, y no se sentiría tan solo, aunque extrañaría mucho a su familia y amigos de toda la vida.

Diego: ¿no crees que hace un día demasiado bonito para quedarte mal? -pregunta a la chica que está detrás de él a la que acaba de escuchar discutir por teléfono-.

Fran: ¿cómo? -pregunta sin entender-.

Diego: que no estamos en el mejor crucero del mundo, pero hace un día demasiado bonito y el paisaje no está tan mal, ¿vas a dejar que una discusión te lo amargue?

Fran: bueno, todo depende de la discusión...si hiere los sentimiento sí.

Diego: cierra los ojos -Fran le miró con desconfianza- confía en mi, no te haré nada malo, cierra los ojos -ella le hace caso- deja la mente en blanco, no pienses en nada, concéntrate en tu respiración y en el sonido del agua -ella sigue su consejo- abre los ojos -le dice transcurridos un par de minutos- ¿mejor? -Fran asiente con la cabeza-.

Fran: gracias -sonríe-.

Diego: soy Diego -le ofrece la mano-.

Fran: Francesca -estrecha su mano-.

Diego: déjame adivinar...china -bromea-.

Fran: casi -ríen- italiana, pero creo que vos tampoco sos de acá.

Diego: español.

Fran: ¿y a qué venís acá Diego?

Diego: a estudiar, ¿y tú Francesca?

Fran: también.

Diego iba a preguntar cuando avisan por megafonía que en breve el barco llegará al muelle.

Fran: será mejor que vaya a por mi equipaje. Buena suerte con tus estudios.

Diego: igualmente, y quién sabe, quizás nos volvamos a ver.

Fran: ¿por qué no? 

Se despiden con una sonrisa.

Diego salió de allí para buscar un taxi que le llevara a su destino.
Al llegar se dirigió a la secretaría para avisar de que ya había llegado, le entregaron un sobre con toda la información que necesitaba y fue hacia la residencia de estudiantes que había próxima al Studio para acomodar sus cosas.

Se registró, subió a su habitación y después de colocar todo el equipaje se dio una ducha para despejarse del viaje. Una vez listo abrió el sobre que le había entregado el secretario comprobando que dentro tenía una ficha que debía rellenar con sus datos, un horario con todas las clases, las normas del Studio y otro horario de actividades voluntarias que podrían servirle para subir nota si llegara a necesitarlo.
Cuando terminó con todo ese papeleo bajó para recorrer la residencia y así poder ubicarse mejor. Estando en el vestíbulo, escribiéndose con su familia, presenció la discusión de lo que parecía una pareja.

Diego: ahora entiendo tu cara en el barco -se sienta junto a la chica-.

Fran: es que no entiendo qué es lo que le pasa y por qué lo paga conmigo.

Diego: quizás debas darle un poco de tiempo...por lo que he podido escuchar.

Fran: ¿más tiempo? He estado 2 meses fuera, sin verle...¿tendrá a otra chica? -Diego solo se encoge de hombros- oye, ¿y qué hacés acá? ¿me estás siguiendo?

Diego: como te dije en el barco, vine a estudiar, empiezo mañana las clases en el Studio On Beat.

Fran: ¿en serio? -Fran no puede evitar ponerse feliz con esa noticia- yo también estudio allá, este es mi tercer año.

Diego: ¡genial! será estupendo empezar el curso teniendo una amiga -sonríe-.

Fran: pero por supuesto, podés contar conmigo para lo que necesités, es lo mínimo después de que te preocuparas por mi en el barco.

Diego: eso no fue nada.

Fran: para mi sí lo fue, a si es que gracias -se acerca dándole un beso en la mejilla- un momento -atiende la llamada que entra en su teléfono- lo siento Diego pero debo irme, ¿te veo mañana?

Diego: claro, nos vemos por el Studio -ella asiente sonriente y se va-.

Diego siguió conociendo la residencia y los alrededores hasta que llegó la noche. Después de cenar se fue directo a dormir, sabía que mañana iba a ser un gran día y quería estar bien descansado.