- Cap. 2 -

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A la mañana siguiente Diego se despertó antes de que pudiera sonar el despertador, la ansiedad por empezar las clases superaba sus ganas de dormir.

Cuando llegó allí se dio cuenta de que era excesivamente temprano por lo que aprovechó para recorrer el Studio y así perderse lo menos tiempo posible cuando tuviera que ir a algún aula determinado. Al terminar de recorrer volvió al aula donde recibiría su primera clase, pero al entrar comprobó que aun estaba vacía por lo que decidió agarrar una guitarra que había allí y cantar un poco, así el tiempo se le pasaría más rápido y quemaría algunos nervios.

Fran: ¿es nueva? -pregunta cuando él termina de cantar ya que no le sonaba de nada esa canción-.

Diego: sí, digamos que es nueva porque hace muy poco que la estoy componiendo.

Camila: está muy buena, avisame cuando la terminés porque quiero escucharla entera.

Diego: por supuesto -esboza una amplia sonrisa-.

Fran: bueno, os presento, Diego ella es mi amiga Camila, Camila él es el chico nuevo del que te hablé, Diego.

Camila: encantada.

Diego: igualmente -se saludan con un beso en la mejilla-.

Fran: ¿y qué hacés acá cantando?

Diego: porque esta es mi primera clase, pero como no había nadie me entretuve tocando un poco, pero debo ser medio sirena porque nada más agarrar la guitarra aparecieron esos chicos -bromea haciendo que las chicas se rían-.

Camila: vaya, parece que estáis destinados a estar juntos.

Diego: ¿por qué?

Fran: sí, ¿por qué? -no entendía bien la afirmación de su amiga-.

Camila: primero lo del barco, luego lo del hall de la residencia, y además van a la misma clase.

Fran: ah sí, cierto, sí, tenés razón.

Diego: genial, como te dije me encanta comenzar el curso teniendo una amiga.

Camila: bueno, si querés ya tenés dos -levanta la mano sonriendo-.

Diego: claro que sí, cuanta más gente conozca mejor, menos solo me sentiré.

Camila: entonces por eso no te preocupes, con Fran y conmigo nunca te sentirás solo, pero de todas formas te presentaremos a nuestro grupo de amigos, porque a ver, seamos sinceros, nosotras somos dos bombas, pero supongo que también querrás relacionarte con chicos -Fran y Diego no pueden evitar reírse con las ocurrencias de Camila-.

Diego: tengo la sensación de que tú y yo nos vamos a llevar muy bien -ríen los tres cuando entra el profesor-.

Profesor: buenos días chicos, vayan tomando asiento para que empiece la clase -tras colocar sus cosas sobre el escritorio observa la clase comprobando que hay un chico nuevo- tú debes de ser Diego.

Diego: así es, hoy es mi primer día.

Profesor: bienvenido, espero que te adaptes pronto al grupo.

Diego: gracias, y eso espero yo también -sonríe-.

Camila: no se preocupe por eso profesor, Fran y yo le ayudaremos.

Profesor: muchas gracias chicas, y vos Diego no podrías recibir mejor ayuda -Diego mira a las chicas sonriendo- bueno, pues empecemos con la clase.

El día fue avanzando a gran velocidad para Diego, estaba disfrutando tanto de las clases que le parecían demasiado cortas.

A media mañana tenían un descanso largo en el que los chicos solían ir a la cafetería a tomar algo. Diego al finalizar la clase se quedó hablando con el profesor con el que acababa de tener clases ya que quería explicarle algunas cosas sobre el Studio. Al terminar de hablar con él fue a la cafetería pero al llegar comprobó que estaba completamente llena. Se acercó a la barra a pedir un zumo y cuando se giró para irse alguien llamó su atención.

Fran: ¡ey, Diego!

Diego: hola Fran -saluda al acercarse a ella-.

Fran: ¿por qué no te sentás con nosotros? -le ofrece-.

Diego: estaba pensando en tomarlo fuera -hace referencia al zumo-.

Fran: vamos, quedate con nosotros, mirá, te presento -Fran le presentó a sus amigos- ¿y qué tal llevas el primer día? -le pregunta tras hacerle hueco a su lado-.

Diego: la verdad es que se me está pasando volando, me gusta mucho la forma de trabajar de este Studio.

Camila: ¿es distinto al de España? Yo pensaba que en todos se trabajaba igual, al pertenecer a la misma compañía...

Diego: no, aquí por lo que veo se trabaja de forma más práctica. En la de España se trabaja de una forma más teórica, se estudia más lo que es la música desde el lado de la historia, de leer partituras, el estudio de los instrumentos...por eso cuando vi que ofrecían becas para estudiar fuera no dudé en optar a ellas.

Maxi: pero la teoría de la música no sirve para nada, es decir la música hay que tocarla, hay que sentirla.

Diego: estoy totalmente de acuerdo contigo -levanta su vaso haciendo que Maxi haga lo mismo y brinda con él-.

Camila: ¿y cuánto tiempo vas a estar acá?

Diego: un año, cuando termine el curso, al acabar ya los estudios, me vuelvo para España.

Los chicos siguieron hablando hasta que tuvieron que volver a clases.

Otro día másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora