La tarde a Diego se le estaba haciendo eterna. Aburrido, con su guitarra al hombro, paseaba por los alrededores de la residencia sin saber bien a dónde ir. Por un lado le encantaría recorrer la ciudad pero le daba reparo hacerlo solo ya que tenía cierto temor a perderse, quizás podría utilizar el teléfono como guía pero sin wifi no tenía acceso a internet, a si es que caminó buscando un banco que estuviera vacío para tocar un poco la guitarra y relajarse, pero cambió de idea al encontrar a alguien conocido.
Diego: hola -se sienta a su lado-.
Fran: hola -esboza media sonrisa-.
Diego: ¿molesto?
Fran: no, para nada, solo...pensaba.
Diego: ¿y puedo saber en qué? Porque por tu cara diría que es algo triste.
Fran: gracias pero prefiero no hablarlo.
Diego: como quieras, pero si necesitas desahogarte puedes contar conmigo -agarra su mano de forma cariñosa-.
Fran: gracias -mira su mano y seguidamente a él con una amplia sonrisa- ¿y eso? -mira la guitarra-.
Diego: me aburría en la residencia y quería hacer algo que me entretuviera -se encoge de hombros- en realidad quería salir a recorrer la ciudad pero me da cierto reparo el perderme -ríe un poco avergonzado- a si es que recurrí al plan b.
Fran: bueno pues si aun querés recorrer la ciudad yo puedo hacer de guía.
Diego: ¿segura?
Fran: sí claro, me vendrá bien tomar un poco de aire.
Diego: está bien, entonces vamos.
Los dos se levantan del banco y caminan por la ciudad recorriendo algunas calles emblemáticas y parques.
Diego: guau, esto es genial, me recuerda al parque del retiro.
Fran: ¿al parque del qué?
Diego: el parque del retiro, es un parque enorme que hay en Madrid y también tiene un lago con barcas -se le ilumina la cara al ver a la gente pasear en las barcas- ¿vamos?
Fran: ¿a dónde?
Diego: ¡a navegar!
Fran: ¿ahora? ¡no! mejor otro día, venimos más temprano...
Diego: ¡por fa! Te prometo que solo remaré yo -hace pucheros lo que provoca que Fran ceda sin poder evitar reír-.
Fran: ok, ok, está bien, vamos.
Diego: ¡gracias! -feliz le da un beso en la mejilla y agarra su mano para tirar de ella e ir a paso rápido hasta donde se alquilan las barcas-.
Fran: ¿por qué estás tan contento? -pregunta divertida al ver la cara de niño pequeño con regalos nuevos que tiene Diego-.
Diego: porque esto me hace sentir como en casa -responde dejando de remar-.
Fran: ¿por qué no me cuentas algo de ti?
Diego: ¿algo como qué?
Fran: no sé...de tu vida en España, o por qué decidiste dedicarte a la música...
Diego: bueno, decidí dedicarme a la música porque es lo que más me gusta, cuando era pequeño me regalaron una guitarra de juguete y ahí empecé a hacer ruido.
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Otro día más
FanfictionDiego, un joven español de 20 años, estudia música en el Studio On Beat de España, pero en su último año decide irse con una beca al Studio de Argentina. Al llegar allí conocerá a Francesca, una joven italiana que va a comenzar su tercer y último a...