- Cap. 13 -

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Por culpa de los horarios de uno y de otro esa llamada no se pudo concretar por lo que no les quedó otra que optar por escribirse.

Camila: hola Diego, ¿y esa cara? -pregunta al verlo serio mirando el teléfono-.

Diego: nada, estaba leyendo un mensaje de Francesca.

Camila: ¿y? ¿le pasó algo?

Diego: no, a ella no, pero parece ser que debe estar unos días más en Miami, han tenido que retrasar la presentación por pedido de la discográfica.

Camila: qué raro ¿no?

Diego: sí, un poco sí, pero bueno, son gente muy ocupada, quizás les haya surgido compromisos más importantes.

Camila: quizás...bueno, ¿vamos a clase?

Diego: sí claro.

Fran no le había dicho cuantos días más debía quedarse en Miami por lo que su vuelta sería una sorpresa para todos.

Cuando llegó lo primero que hizo fue deshacer la valija, darse un baño para despejarse del viaje e ir a buscar a su amiga ya que sabía que estaba en la residencia.

Camila: ¡adelante! -dice tras oír que golpeaban a su puerta-.

Fran: ¿me dejás pasar sin saber quién soy?

Camila: ¡Fran! -se levanta de la silla y corre a abrazar a su amiga- no sabés cuánto te extrañé, ¿cuándo has venido? ¿por qué no me dijiste nada?

Fran: porque quería daros una sorpresa. He llegado hace una hora.

Camila: ven, sentate conmigo -tira de su mano haciendo que se siente en la cama junto a ella- y contame todo ya.

Fran: no puedo, vas a tener que esperar, porque me gustaría ir a sorprender también a Diego a si es que ¿por qué no venís conmigo y así os puedo contar a los dos todo?

Camila: debería ofenderme por no querer contarme a mi primero, pero entiendo y además has venido primero a verme a mi a si es que sí, te acompaño -se levanta de la cama para prepararse- ¿y sabés dónde está?

Fran: en lo de Gregorio, ayer le pregunté disimuladamente y me dijo que estaría toda la tarde allá.

Camila: ah bueno, entonces lo tenés todo bien preparado. 

Fran: más o menos, porque puede ser que cuando lleguemos él no esté por cualquier motivo pero bueno, es un riesgo que debo correr -Camila mira a su amiga- ¿qué?

Camila: hay algo en vos...

Fran: ¿el qué? -se toca el pelo pensando que lo tiene despeinado-.

Camila: los ojos, te brillan demasiado...¿de verdad que no hay nada que tengas que contarme antes de que vayamos a ver a Diego?

Fran: se podría decir que sí, pero ahora no hay tiempo, te prometo que más tarde te cuento.

Camila: está bien, pero más tarde ¿eh? ni mañana, ni pasado, tiene que ser hoy -le exige-.

Fran: sí, de hoy no pasa.

Camila: ok, venga, vamos que ya estoy lista -se termina de acomodar el pelo y se van-.

Mientras las chicas van de camino, en el local de Gregorio...

Diego: ¿y has pensado en cambiarle el ritmo a la canción?

Erika: no porque no crea que deba cambiarle el ritmo a la canción.

Diego: yo creo que sí, vamos eres una chica joven, tu público es joven...yo creo que les llegarías más si hicieras una versión más pop en lugar de una versión balada.

Erika: ¿y cómo sería eso?

Diego: así -agarra la guitarra y comienza a cantar-.

Diego: hola Camila, ¿necesitas algo?

Camila: no, no necesito nada, solo quería ver por qué Francesca ha salido corriendo de acá.

Diego: ¿Francesca?

Camila: sí, Francesca, ha venido para darte una sorpresa pero la sorpresa se la ha llevado ella.

Diego suelta la guitarra y corre hacia la puerta para ir tras Fran pero Gregorio se lo impide.

Gregorio: ¡Diego! ¿a dónde vas? -pregunta apareciendo con unos papeles en la mano-.

Diego: debo salir un momento Gregorio, no tardaré.

Gregorio: nada de eso, estás trabajando y lo que tengas que hacer puede esperar.

Diego: de verdad que necesito...

Gregorio: ¿se está muriendo alguien?

Diego: no señor.

Gregorio: entonces sigue con tu trabajo. Hola Camila -Camila le saluda con la mano-.

Camila: realmente no me esperaba algo así de vos -le dice a Diego al pasar por su lado cuando se va-.

Diego vuelve a sentarse en el escenario con Erika.

Erika: ¿qué ha pasado? ¿quién es Francesca?

Diego: una amiga...pero al vernos juntos ha debido pensar cualquier cosa y...

Erika: deberías hablar con ella lo antes posible, si por mi fuera te dejaría ir pero por desgracia quien manda aquí es Gregorio.

Diego: gracias -esboza media sonrisa- ¿seguimos?

Erika: sí, claro.

Camila camina rápido mirando para todos lados intentando encontrar a su amiga hasta que por fin la ve sentada en un banco.

Camila: ¿ahora sí me vas a contar? -pregunta sentándose junto a ella-.

Fran: ya no merece la pena.

Camila: Francesca.

Fran: está bien, ¿recuerdas el día que quedé con Diego para despedirme? -Camila asiente con la cabeza- estuvimos hablando y nos besamos.

Camila: lo sabía, sabía que algo había pasado entre ustedes, bueno en realidad lo sospecho desde mucho antes de que te fueras pero...

Fran: Camila, ¿querés que te cuente o no?

Camila: sí sí, claro, perdón.

Fran: después del beso yo le dije que eso estaba mal, que no podía ocurrir, pero él insistió en que sí y me dijo que durante el viaje lo pensara, que él iba a estar aquí esperándome. El tiempo que he estado fuera lo extrañé mucho y decidí que sí, que quiero estar con él, que no debo perderme esta oportunidad por el miedo a sufrir cuando cada uno tome su rumbo, pero al ver que le cantaba a esa chica...parece ser que fueron demasiados días los que estuve fuera... -su teléfono comienza a sonar pero al ver que era Diego decide rechazar la llamada-.

Camila: ay amiga -la abraza- al final los hombres son todos iguales, la verdad que yo tampoco me esperaba algo así de Diego, parecía estar tan enamorado de vos...

Fran: vos los dijiste, parecía -vuelve a rechazar otra llamada-.

Camila: después de que salieras corriendo entre a hablar con él, quiso venir a buscarte pero Gregorio no le dejó.

Fran: lo prefiero porque la verdad es que ahora mismo no me apetece hablar con él -Camila vuelve a abrazarle-.

Camila: ¿qué te parece si vos y yo nos vamos a tomar algo y así me contás qué tal te fue en Miami?

Fran: me parece una idea genial.

Otro día másDonde viven las historias. Descúbrelo ahora