Los Romanov #1:Rotos

Fría

Capítulo 21

SILVIA (P.D.V)

FLASHBACK

- Venga pequeña,posa para mi -Sonrió mi padre al tiempo que yo colocaba las manos en mis pequeñas caderas y mostraba mi sonrisa desdentada- ¡preciosa!

Mi madre desde el banco en el que se encontraba sentada aplaudía con una enorme sonrisa animándome a que siguiese modelando.

- Vas a ser una niña preciosa -Sonrió mi padre al tiempo que me cogía y me lanzaba al aire provocándome gritos ensordecedores y risas estridentes.

- ¡Déjame a mi pequeña para que pueda darle su merienda favorita! -Rió mamá al tiempo que me alejaba de los brazos de papá y me sentaba en el banco del parque donde me tendió un sandwich de atún y millo.

- Gracias -Sonreí ampliamente. 

- De nada, princesita -Sonrió ella al tiempo que abrazaba a mi padre.

FIN DEL FLASHBACK

Le di un mordisco al sandwich de atún y millo que me había preparado y lo saboreé gustosamente. 

- ¿Está bueno? -Preguntó Maikel con una sonrisa antes de quitarme un cacho.

- ¡Oye! -Grité pegándole un empujón. 

- Silvia, tienes que aprender a compartir -Dijo Maikel señalándome como si me estuviese regañando y yo tuviese tres años.

- Maikel, tienes que aprender a no quitarle la comida a los demás -Dije de la misma forma- y menos a alguien que muerde.

Él soltó una carcajada y me dio un beso antes de salir de la cocina con un bote de zumo.

Terminé de comerme mi merienda favorita y me levanté para irme a mi habitación, pero cuando pasaba cerca de la puerta de entrada, tocaron el timbre.

Abrí la puerta y me encontré al Sr. 'soy el mejor y te salvaré la vida'

- Vaya -Dije alzándo las cejas- ¿tú por aquí?

- ¿Y esa forma de hablarme? -Preguntó él alzándo las cejas.

Me cago en la puta -Pensé.

- ¿Querías algo? -Pregunté bajándo un poco mi tono de voz. Se me olvidaba fácilmente que era una niña super mega hiper tímida.

- Dar un paseo.

- Ya lo has dado -Me crucé de brazos y le miré fijamente. Si, tenía que actuar más tímida, pero como que ahora mismo eso me la sudaba un poco ¿saben? esta era mi casa, el único lugar donde podía ser yo misma, y aquí estaba el tío que peor me caía del mundo, jodiendome la tarde.

- Quiero invitarte a salir -Sonrió sin importarle la manera en la que le hablaba.

- Lo siento pero no -Sonreí ampliamente de manera forzada antes de cerrarle la puerta en las narices.

Subí corriéndo las escaleras y me tiré en mi cama rebotándo al menos dos veces antes de quedarme completamente acostada. Cogí mi Ipod y me puse el modo aleatorio. Las canciones que tenía en mi Ipod, por desgracia, también habían sidio impuestas por las personas que definieron nuestra personalidad, ¿por qué? porque hay que mantenerlo todo cubierto. No pueden haber fallos.

Era realmente raro acostarme en la cama y escuchar una canción que en mi vida había escuchado, o tenderme en el sofá con los demás y ver películas que jamás había visto, porque si una cosa estaba clara, es que nosotros no teníamos tiempo ni para ver películas ni para escuchar canciones. ¿Raro? si, pero eso es lo que ocurre cuando te pasas media vida encerrada en un edificio entrenando para matar y cuando sales, te pasas la otra media vida viajándo de un lugar a otro del mundo a matar. Si cuatro meses atrás nos hubiesen preguntado quien es Jennifer López, obviamente ninguno de nostros hubieramos sabido responder, al igual que si nos preguntaban quien es Brad Pitt, tampoco lo hubiesemos sabido. Pero ahora es distinto, ahora da la casualidad de que tenemos películas preferidas y de que nos encanta escuchar música. De pequeños obviamente escuchabamos música, pero cuando llevas tanto tiempo sin escucharla, es como que te olvidas de que existe. No echas en falta aquello que no recuerdas.