¿Qué me queda?

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Capítulo 31

SILVIA (P.D.V)

La miré fijamente sin dar crédito a lo que estaba oyéndo.

- Repítemelo porque te juro que no me ha quedado completamente claro.

- He matado al padre de los trillizos -Repitió por cuarta vez.

Me levanté del sillón y me llevé las manos a la cabeza mientras me paseaba por la sala. Media hora antes Luca nos había despertado a mi y a Marie, y sin darnos ninguna explicación nos había dejado a cada una en casa y luego se había ido lo más deprisa que le había permitido la velocidad del coche.

- ¿Por qué? -Estaba en shock.

- Porque fue lo que le mandaron hacer -Contestó Helena- deja de actuar tan sorprendida por el hecho de que Nikki ha matado a alguien. 

- Pero es que simplemente no me puedo creer que haya matado justamente a esa persona -Grité.

- ¿Por qué estás tan alterada? -Preguntó Héctor desde la entrada del salón apoyado contra la pared- es algo que hacemos. Vinimos aquí para cargarnos a esos chicos, lo que ahora resulta que ella se ha cargado a un padre. No hay nada de malo en eso.

Solté un suspiro.

- Acabamos de dejar sin padre a tres chicos -Rugí- ¿es que nadie me entiende aquí?

- ¿Es que nunca antes has matado a un padre Silvia? incluso has matado a madres -El golpe que dio Christopher en la mesa me sorprendió- ¿por qué actúas de esa manera? deja de echarle la culpa a Nicole.

- No estoy echándole la culpa de nada.

- Me estás recriminando -Susurró Nikki desde el sofá donde estaba acostada. Seguía débil por la bala y por la infección que se había producido en su herida.

- Porque matastes al padre de Eidan.. ¿es que no te das cuenta de lo que hicistes? -Inconscientemente estaba levantándole la voz cuando sabía que ella no tenía culpa de nada.

- Deja de gritarle -Gritó Maikel poniéndose en pie. Desde que había llegado había estado sentado a su lado y no se había separado de ella.

- ¿Es que nadie se da cuenta de que mató al padre de esos chicos? 

- No tuve opción, si no lo mataba yo, me mataba él a mi -Dijo Nikki.

La miré fijamente y me dejé caer en el sillón. No la culpaba, sabía que ella no tenía la culpa, que Natasha era quien la había mandado a esa misión, al igual que nos había mandado a todos nosotros a ésta. 

- Es solo.. 

- ¿Qué pasa? -Helena se levantó y se sentó a mi lado. 

Miré hacia el techo y apreté fuertemente los labios. ¿Sería capaz de decirlo?

- Estoy cansada de matar a gente.. no quiero que la gente inocente pague por nuestra culpa, y esos trillizos están pagando por nuestra culpa. Estoy cansada de matar a personas que tienen familia -Susurré. No había sido capaz de decir el por qué.

- Todo el mundo tiene una familia: los violadores, los psicópatas.. los que no han matado a su propia familia o son huérfanos, tienen familia. Cualquier persona en este mundo que sea mala, tiene familia. Cuando matas a alguien, alguien se quedará sufriendo por esa persona -Dijo Christopher.

- Pero estoy cansada de ser yo la que haga sufrir a esa gente.

Sentí el peso de todas las miradas de la habitación en mi y no pude hacer otra cosa que bajar la cabeza. Estaba avergonzada por mi debilidad, como el hecho de rodearme de adolescentes había hecho que pensase así.. ¿cómo era posible que todos mis pensamientos hubiesen cambiado una noche?¿cómo era posible que todo hubiese pasado por un simple beso?

Los Romanov #1:RotosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora