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—Ji-JiSoo —murmuró con sorpresa al ver como la aludida les miraba.

La pelimorada se llevó una gran sorpresa al verle ahí, ahora también el chico le miró pues este se extrañó ante el murmullo de Lisa y efectivamente cuando dirigió su vista al lugar donde veía la pelirroja pudo ver a la persona susodicha observandoles también.

No conocía el porqué ambas chicas se habían quedado estáticas en su lugar, se miraban fijamente, no habían despegado la vista la una de la otra ante el tiempo que habían quedado tan rígidas.

Aún así el chico conocía a la amiga de su cita, pues estudian juntos y el no cruzar muchas palabras con la chica no le impidió acercarse a saludarle con una sonrisa.

—Hola JiSoo, ¿como estás? —le dijo amigablemente.

No recibió respuesta sino hasta después de unos segundos dónde ambas chicas salieron de su pequeño trance.

—M-Muy bien Taehyung.

Lisa se acercó fingiendo su mejor sonrisa colocándose al lado del chico.

—Y... ¿Qué te trae por aquí? —trató de sacar tema el de sonrisa cuadrada.

—Sólo estaba de paso, y ¿qué hay de ustedes? ¿Se divierten? —hizo intento de su mejor sonrisa esta vez observando a Lisa.

Mentiría si dijese que verlos así no le dolió, le dolió ver aquellas sonrisas que se dirigieron mutuamente antes de verla ahí, una sensación desagradable se hizo presente en ella. No sólo le había dolido, le molestó ver aquello y más le molestó ver como Taehyung tomaba la mano de su amiga quién a juzgar por su expresión podía predecir que estaba igual de incómoda.

—En realidad nos topamos aquí —habló esta vez Lisa dirigiendo su vista para otro lado un tanto avergonzada.

Y ni siquiera sabía el porqué, no sabía si fue por el acto del chico o si era por aquella mirada tan fría e intimidante de la chica en frente suyo e incluso hasta el mismo Taehyung pareció tensarse ante aquella mirada pues iba dirigida mayormente a él.

《Celos de amiga, seguramente es eso》pensó.

Muy equivocado estaba el chico.

—Bien, supongo que será mejor dejarlos —dijo para desechar el refresco que tomaba en un bote de basura que cerca se hallaba —. Espero y se diviertan juntos.

Fue lo que dijo antes de irse, un gran tono de molestia pudo apreciarse en aquellas palabras articuladas, el tono que ni ella misma pudo, ni quiso disimular o esconder.

Le molestó y a la vez el sentimiento de tristeza se hizo presente, no poder ser ella la persona que pudiera hacerla sonreír de aquella manera o ¿sólo eran ilusiones suyas? es decir, Lisa le sonreía a todos. Su sonrisa era el mayor regalo que ella podría tener, uno que anhelaba de sobremanera o el poder tomarle la mano de aquella manera, el salir junto a ella y poder llevarla a una espléndida cita. Algo especial, porque era lo que Lisa se merecía, porque ella es especial pero si ella era feliz con él ¿que podía hacer?

No sabía ahora dónde se dirigía, con molestia aún en su ser caminaba dónde sea que sus pies le llevasen y poco le importaba chocar con la gente, mucho menos disculparse además de que a juzgar por su expresión ninguna persona con la que había chocado se atrevió a reclamarle debido a que pensaban que en seguida se lanzaría contra ellos.

El sólo recordar cómo el chico estaba a escasos centímetros de la chica sonriendo como bobo y después el ver cómo le tomó de la mano sí que le hizo explotar. 

Kim JiSoo enojada no es algo bonito de ver y mucho menos enfrentar.

Se detuvo de repente, no podía seguir así debía calmarse o algo le daría ahí mismo. Respiró profundamente y miró al cielo el cuál ahora empezaba a ponerse nublado.

Después de aquello regresó a su casa, lo que menos quería ahora era que de pronto empezara a llover.

Pero algo le desvió momentaneamente de su destino.

Mejor dicho, alguien.

...

Pudo haber salido del lugar con una sonrisa, sin embargo su propia mente le castigaba, ella se castigaba a si misma, su propia mente le hacía dudar sobre la poca felicidad que momentos atrás tenía.

Le dirigió una sonrisa nerviosa pero sobretodo fingida a la chica con quién se encontró. Y JiSoo le devolvió el gesto.

No quería regresar ahí, pues al entrar muchos recuerdos para nada agradables se hicieron presente en cuánto puso un pie dentro de la casa.

—Ya estoy aquí —dijo sabiendo que no recibiría respuesta alguna.

Cómo esperaba la casa estaba en un silencio total,  suspiró antes de cerrar la puerta dispuesta a ir a su habitación e ir a tirarse a su gran cama.

En cambio, recordó que llevaba las mismas prendas del día anterior y cambió su destino al baño que su propia alcoba poseía.

Ahora sí se dejó caer en aquella cama.

Tomó su celular trantando de distraerse un rato, aunque poco le sirvió pues en cuanto prendió el aparato pudo ver su fondo de pantalla, el cual era una foto que ella misma y Jennie se habían tomado tiempo atrás.

Desbloqueó este e ingresó a los mensajes debido a que parecía tener uno que aún no había leído, sin embargo al ver el remitente frunció el ceño y casi enseguida una mueca de desagrado se formó en su rostro.

《Lo que faltaba》

No queriendo saber más, tiró el objeto al otro lado de la cama ignorando por completo aquel mensaje queno se atrevería o querría leer y cerró sus ojos en cuanto el sonido de gotas de agua estrellándose contra su ventana había empezado.

Corazón Roto │Chaennie│Donde viven las historias. Descúbrelo ahora