Corazón Roto │Chaennie│

21

Final

La castaña se encontraba notablemente nerviosa, podía sentir el cómo sus manos sudaban de vez en cuando y cada tanto se limpiaba en sus jeans. Su corazón latía como si acabara de terminar de correr un maratón e incluso podía sentir su boca seca.

— Tranquila Jennie, todo saldrá bien — trató de calmarle JiSoo —. Mira, ya vienen.

En cuanto dirigió su vista a donde JiSoo le había señalado, efectivamente, como la mayor decía, Lisa y Rosé estaban a pocos metros de ellas, ambas acercándose con una sonrisa. Así que nerviosa guardó la pequeña cajita que tenía en una de sus manos en el bolsillo de su chaqueta negra.

¿Por qué el nerviosismo de la morena?

Pues resulta que, por fin, le pediría y confesaría de una buena vez sus sentimientos a Rosé.

Aunque, no debería estarlo ya que Rosé le adora, como no tiene idea; sin embargo Jennie no es de las que puedan decir lo que sienten tan fácilmente puesto que realmente le cuesta sincerarse. Además, aunque los sentimientos fueran mutuos ahora, la única y última vez que se le confesó a alguien no terminó del todo bien... Pero eso no significaba que debía llenarse la cabeza de esos malos pensamientos, todo saldría bien.

— Hola chicas — saludó la pelinegra en cuanto llegó donde la morena y la mayor —. Creí que iríamos al cine.

Su confusión era entendible ya que se encontraban en el parque.

— ¿Tendremos un picnic? —preguntó al ver la manta extendida en el césped y un canasto encima de esta.

— Pues verás... — empezó a explicar Lisa — la verdad, es que no Rosie.

— Tú y Jennie tendrán un picnic —completó JiSoo tomando la mano de la tailandesa para entrelazar sus dedos y antes de llevársela consigo le guiñó un ojo en señal de apoyo a la castaña.

Lisa le había hecho creer a Rosé que las cuatro saldrían, cuando en realidad sólo llevaría a la pelinegra hasta el lugar y Jennie se encargaría de lo demás.

— ¿Qué es todo esto Jennie? — cuestionó ante el extraño comportamiento de sus amigas.

— ¿Te parece sentarnos y después te lo explico?

La pelinegra no tuvo más opción que asentir.

...

Ambas perdieron la noción del tiempo, debido que comían a gusto los sándwiches que la castaña había preparado y hablaban de cualquier tontería.

La compañía de la otra realmente era agradable, eran sólo ellas, nada más.

Sólo ellas, sin ningún problema de por medio que les impidiese estar juntas ya.

Jennie al pensar en cuanto había pasado desde que se le confesó a JiSoo notó lo rápido que el tiempo pasa, aunque no haya pasado tanto estaba segura de una cosa. Estaba clara de lo que quería y lo tendría.

Pudo haber destrozado su corazón el rechazo de JiSoo en aquel momento, sin embargo ahora podría incluso reírse de tal cosa. Vaya que había pasado tanto en tan poco tiempo.

De hecho, hasta Lisa y JiSoo estaban juntas ya.

Ahora que recordaba todo eso, también recordó aquella noche... Él como Rosé había derramado lágrimas después que JiSoo le hiciera tal propuesta, a lo que también recordó su primer beso.

La sensación de tener los suaves labios de la pelinegra sobre los suyos sin duda fue gloriosa, aunque en ese momento no estaba del todo clara de sus sentimientos como ahora fue que también recordó sus propias palabras.