Ahora se daba cuenta.
La situación estaba presente en su mente.
Pudo haber querido a JiSoo, lo hizo, sin embargo el rechazo de la misma fue lo que le abrió los ojos y ahora se daba cuenta de lo que tenía en frente. Esa persona de la que menos se esperaba recibir tal afecto, vaya que las cosas habían cambiado. Sin embargo estaba segura de lo que quería, y en ese momento lo que más quería era tener a Rosé a su lado y llevar esa amistad que conservaban ya a algo mucho más allá.
No obstante debía tomarse algo de tiempo, no quería hacerlo de forma precipitada y aunque el ser romántica no era lo suyo intentaría que esa declaración fuese lo más lindo posible.
Quería hacerlo de una forma especial, tan especial cómo lo era Roseanne Park para ella, tan sólo el pensar en ese tipo de cosas le hacían sonreír cómo una tonta enamorada, porque lo era y estaba más que feliz por eso debido a que sabía que la pelinegra la quería de igual forma.
Jennie la miraba fijamente sin deshacer su sonrisa, ahora era ella quién estaba perdida en su propio mundo, imaginándose un sinfín de cosas.
— ¿En qué piensas Jennie? — terminó por contagiarse de la sonrisa de la mayor.
— No es nada, sólo pensaba — la mirada que le dirigió la pelinegra en ese momento le provoco una risita.
Ni siquiera se habían percatado en que momento fue que se abrazaban de tal manera pues los brazos de Rosé se hallaban al rededor del cuello de Jennie, y esta última tenía sus manos al rededor de la pequeña cintura de la pelinegra.
Era una imagen simplemente hermosa, ambas ahí abrazadas mientras se dirigían miradas que transmitían todas las cosas que con palabras no eran suficiente explicar.
— ¿En qué piensas? — preguntó de forma adorable la pelinegra.
— En ti — esas palabras fueron suficientes para que en las mejillas de Rosé apareciera un ligero sonrojo lo que causó que la castaña le diera un beso en la mejilla.
...
Después de esa adorable escena ambas chicas se encontraban ahora en el departamento de la mayor, quién veía desinteresadamente televisión en su cómodo sofá. Sintió cómo alguien se sentaba a su lado, una pelinegra con el cabello algo húmedo resultado de la ducha que acababa de tomar.
La castaña regresó su vista al televisor, no obstante su atención regresó a Rosé, pues su teléfono no dejaba de vibrar. Esto era provocado por todos los mensajes que recibía en ese momento, todos del mismo remitente.
— Es una exagerada — comentó con una sonrisa la pelinegra mientras leía los mensajes.
— ¿Alice?
— Sí, ella suele ser así. Le preocupa que no llegue a casa .
— Ella sí que se preocupa por tí.
Ambas ahora le prestaban atención a la película que en la televisión se presentaba, al ser una de terror la castaña sentía cómo su compatriota daba pequeños saltitos causándole risas a la mayor.
...
— Así que te le quieres confesar...
— Sí Lisa, aún así quiero que sea de una forma especial. Algo que sea digno de Rosé. Así que... ¿Alguna idea?
— Espera que aún no lo asimilo del todo —bebió un poco de su café y próximamente habló —. No conocía ese tiernos lado tuyo Jennie, eres una ternura.
La menor sonriendole de forma burlona apretó las mejillas de la castaña quién le fulminó con la mirada y eso bastó para que la menor le dejara.
— La verdad no sé porqué no se lo dices y ya, sólo suéltalo Kim.
— No sólo quiero hacerlo así, ella se merece algo mejor.
— ¿Y si le cantas algo? Rosé ama la música.
— Ya había pensado sobre eso, pero no estoy segura.
Así es, la castaña había terminado por encontrarse con Lisa para ir juntas por un café. Hablaban de temas triviales o de alguna tontería, total aunque a veces esas dos no congeniaran del todo realmente se llevaban bien. Quien diría que la menor terminaría por darle consejos amorosos a la castaña. De hecho podría decirse que era tan mala en estos temas cómo la castaña.
— ¿Sabes? Puede que no sea una experta en este tema Jennie — se atrevió a hablar la menor después de unos minutos en que ninguna había articulado palabra alguna —. Pero si de algo estoy segura es que cualquier cosa que venga de ti a Rosie le encantará, no importa si sea algo grande o de lo más sencillo a ella de igual manera le gustará porque proviene de ti.
Pocas veces Lalisa se mostraba de tal forma, tan segura y decida hablando de tal forma pues usualmente era muy alegre y bromista, sin embargo ahora sus oscuros ojos irradiaban determinación total. La castaña solo le miraba fijamente a lo que el silencio de la menor conllevó a la menor a seguir hablando.
— La verdad a mi parecer Jen, no deberías taladrarte la cabeza pensando esas cosas — con su dedo índice dio un pequeño golpe en la frente de la mayor, la expresión que puso la castaña provocó una sonrisa en la contraria —. Sólo haz algo sencillo y dile todo lo que no le has dicho.
— Puede que tengas razón Manoban.
— Siempre la tengo Kim —le guiñó el ojo.
Ambas rieron despúes de aquello, la verdad era agradable la compañía de la otra.
*
¡Hola :D! Una eternidad sin actualizar, lo sé y lo siento. Recientemente ha terminado el período de examenes y las cosas del colegio más la falta de inspiración no son una buena combinación xd.
Debido a que ya queda poco para que la historia termine trataré de actualizar más seguido.
Espero les haya gustado el capítulo y gracias por esperar, votar y comentar<3
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Corazón Roto │Chaennie│
Fanfiction❝El amor no es para nada algo fácil y eso Jennie Kim lo tiene muy en claro. Pues terminó siendo rechazada por una de sus mejores amigas y amor plátonico, pero ¿no se rendirá ante ese amor no correspondido o dejará que alguién más junte los pedazos d...