CICATRICES ━ Son Gohan.

Capítulo 9| No es nada fácil; Ira.

«No será nada fácil», dijo Vegeta y ahora puedo decir que estoy completamente de acuerdo.

No ha sido nada fácil.

Más de uno se preguntará; ¿qué fue de eso de "señor" Vegeta? ¿De lo de... "maestro"? Me confirmo que el respeto de ha ido al carajo en cuanto recibí una primera paliza; Habíamos entrado a la cápsula de gravedad, Vegeta decía que en primer lugar lograra tocarle o sino me fuera por donde vine —Ya comenzaba a creer que era extraño el que hubiera "aceptado" con facilidad el ser mi maestro—.
Logré tocarle —eso es lo bueno—, lo malo es que no fue de la mejor manera. Digamos que comencé a insultarle hasta que un puñetazo fue dirigido a mi estómago.

Sí, aquello cuenta como tocar.

Quedé inconsciente, y casi me desangro por la boca si no fuera porque me despertó dándome a comer algo que al parecer reconstruyó mis tripas. Juro que en mi minuto de inconsciencia vi un puto túnel con Wilson esperándome del otro lado.

Perturbador.

Aunque diciendo todo esto quizás esté tachando al cabellos de flama como un idiota insensible. Cosa no cierta, o más bien, no en su totalidad.

Hubo un día en que insultó a mi padre diciendo que de seguro tuvo un espermatozoide defectuoso y ese era justamente yo —Pensándolo bien, me insultaba a mí—. Yo había apretado mis puños con fuerza deseando arrancarle esos cabellos, pero no me moví de donde estaba.

—Lo dice el padre que no lleva a su hijo al parque de diversiones.—La mirada de éste se ensombreció.

—Son ridiculeces...—se había justificado.

—Para tu hijo es importante y no por los juegos, sino que por tu compañía.

Así terminó tal entrenamiento, discutiendo como muchos otros. No sé que afán tiene ese sujeto de tratar que me enfade...

—¡Iré al parque con papá!—me contó Trunks al día siguiente.

Está lleno de sorpresas ese Vegeta.

Y bien, ahora el sol se escondía. Ya a una semana de mi llegada a este lugar salía de mi habitación —como cada noche— para caminar en dirección al lugar de entrenamiento.

—He llegado—aviso al entrar a la cápsula de gravedad, y Vegeta aprieta un botón. De la nada siento una presión tanto en el aire como en mi cuerpo y no tardo en caer al suelo—. ¡Demonios, Vegeta! ¡Apaga eso!

—Más respeto, mocosa.—Coloco mis manos en el piso tratando de impulsar mi cuerpo, pero vuelvo a caer—. La gravedad está aumentada dos veces—dice.

¿Me está jodiendo? ¿Sólo dos? ¡¡Ah!! Maldita sea...

Vuelvo a colocar dos manos en el piso para impulsar mi cuerpo, pero vuelvo a fallar.

—¿Sabías que los terrícolas usan sólo el 10% de su cerebro?—pregunta, y le miro—. Tu objetivo es aumentar ese porcentaje en velocidad, fuerza, e inteligencia.

¿Y cómo mierda se supone que deba hacer eso?

Dos manos y dos piernas en el piso, levanto mi cuerpo poco a poco despegándole de donde estaba, desafiando a la jodida gravedad.

¡No puedo!

Vuelvo a caer.

Un sonido y la presión desaparece.

—Que patética.—Miro a Vegeta quien acaba de regularizar la gravedad—. Así no sirves.

¿Cómo se supone que me haga más fuerte si no hace más que presionarme? Prefiero las clases de ki de Trunks. Él sí enseña... Siento que todo esto es un gasto de tiempo

...me rindo.

No puedo seguir entrenando con este sujeto, no puedo usar más cerebro —como dice éste— ¡Está loco!
Me pongo de pie, y con la poca dignidad que me queda camino a la salida ¡para jamás volver a entrar!

—Por eso Gohan no quiso ser tu maestro.

¿Eh? Me doy la vuelta a su dirección.

—Yo fui quien rechazó el entrenamiento con él.

—Eres patética, por eso Gohan quiso entrenar mejor a la otra chica. Quizás es menos cabezota y más fuerte—dice ignorando mi respuesta.

—Esa chica es mi amiga, y...

—Uh, entonces te cambió por tu amiga—concluye y niego con la cabeza, sin embargo, antes de decir siquiera algo me interrumpe—. Quién no lo haría no puedes siquiera con la gravedad aumentada en dos.—Doy un paso hacia éste, quien sólo sonríe con arrogancia.

—No te he dado el derecho de...

—¿Qué? ¿La perdedora se enojó?—Me acerco a éste, pero aprieta unos botones haciendo que mi cuerpo vuelva estar pesado ¡Ah!

Caigo de cuclillas, me afirmo contra el piso...

—¡No soy una perdedora!—Logro colocarme de pie, y lanzo un puñetazo que el pelinegro logra atrapar.

¡Idiota! ¡Ya va a...!

—Fin del entrenamiento de hoy. Vete a dormir—dice, a lo que pestañeo con confusión. Vegeta se da la vuelta y camina a la salida, pero se detiene en ésta.

—Por cierto... la gravedad siempre estuvo aumentada a cinco.

Un momento...

—¿¡Qué!? ¡¿Entonces he soportado mi peso cinco veces?!—En definitiva no me lo creo ¡Lo único que hice fue...!

—Esa es la clave para sacar tu fuerza interior: la ira.

Sí, al parecer este nuevo maestro no es tan malo.

—Seguiré entrenando un rato más—aviso a éste, volviendo a aumentar la gravedad.

Cueste lo que cueste, superaré mis límites.