Capítulo 28| ¿Mojigata?; Lisa la violadora.

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—¿Sabías que no me gusta la piña—susurro en dirección a mi novio, quien me mira extrañado.

Aquí estamos en mi habitación sin mucho que hacer. Gohan hace años me contó todo, y bueno... tuve que soportar el regaño de Trav por no hablarle sobre la carta de "nuestra madre". Ahora, ya días después de que estamos comprometidos, Gohan es el mismo de siempre ¡Qué bueno! Si no tendría que hacerle dejar de tartamudear a los golpes.

Está bien; no tan así, pero creo que se entiende la intención.

—¿Hablas en serio? ¡Yo amo la torta con piña!—responde Go... Un momento...

—¿¡Qué!?—le grito al instante—. ¿Juntar fruta y torta a la vez? ¿Cuál es la jodida gracia?

¡Este hombre no sabe lo que es bueno!

—¡Sabe delicioso!

—¡Asco!

—¡Delicia!

—¡Asco!

—¡Delicia!

—¡Tú eres la única piña que amo, y punto!—A mis palabras Gohan cerró su boca al instante. No pude evitar dedicarle una sonrisa.

—Te amo, Izumi.

—¡Yo también, Son!—se escucha a mi hermano desde la otra habitación ¡Por Kami! Golpeo mi frente con la palma de mi mano.

No tardamos en reír a carcajadas.

(...)


—¿Des-despedida de soltera?—No lo puedo creer. Que vengan Videl con dieciocho, Milk, y Bulma gritando de una despedida de soltera no es algo que se ve todos los días.

—¡Esta noche, mi casa!—gritó ahora Videl.

—¿Están seguras? No creo que...

—¡No creo que nada! Te alistas para esta noche. Gohan tendrá su despedida en mi casa, Vegeta será su anfitrión.

—¿Ve-Vegeta?

¿Vegeta de anfitrión? ¿Está de broma?

—¡Ay, tienes tanto que aprender!—miro a Bulma como si le hubiese salido un tercer ojo—. Si a un Saiyajin le amenazas con prohibir... ya sabes... ciertas cosas—guiña su ojo, y cuando iba a continuar estiro mi palma abierta a su dirección.

—Entendí. No hacen falta detalles.

—¿Ah, sí? ¿Acaso has usado la técnica?—¡Esta mujer no tiene filtro!

—¡No, no, no!—Niego con mi cabeza y manos ¡juro que siento como si una gota estuviese cayendo de mi frente!—. Él y yo, nunca... ya sabes...

—¿¡Qué!?—De un segundo a otro ya todas me rodeaban. ¿Acaso a Milk no le apenan estos temas? ¡Dios, estos son asuntos maritales con su hijo!

—¿Ni siquiera cerca?

Niego.

—¿Eres de las mojigatas que esperan hasta después del matrimonio?—habla por primera vez la rubia del grupo, y le miro mal. ¿Mojigata? ¿Habla en serio? ¡Lisa Izumi es atrevimiento total!

—¿¡Qué!? ¡No soy ninguna mojigata!

—¿Entonces?

Entonces... entonces... ¿entonces qué?

—N-nunca se ha dado la ¿oportunidad?

No recuerdo ningún momento subido de tono entre ambos ¡todo con Gohan son besos tiernos!

—¿Nunca han estado solos en una habitación?

¿Qué clase de pregunta es esa?

—Sí lo hemos, de hecho hoy...

—¿Hubieron besos?—me interrumpe, y me cruzo de brazos.

—No, pero...

—Mojigata.

¡¡Argh!! ¿Han tenido la sensación de que su vena ha cobrado vida propia?

(...)

Mojigata... mojigata... mojigata...

¿Estaré comportándome como una? En una relación no hace mucha falta el contacto físico, eso siempre lo he tenido presente. Lo importante son los sentimientos, no los deseos carnales.

Pero lo carnal también ayuda a fortalecer dicha relación, recuerdo las palabras de dieciocho y ¿es malo que le encuentre lógica a sus palabras?

Guardo la última prenda de ropa en mi clóset para seguido de ello cerrarlo.

—Hola.—¡Por las nalgas de mi abuela! Doy un salto en mi lugar y al ver al emisor de tal saludo el miedo se desvanece de la misma manera en que apareció.

—Me diste un gran susto, idiota.—Gohan rasca su cabeza soltando una risita—. ¿Qué te trae aquí, rata pálida?—pregunto sentándome en mi cama y éste me imita.

—Verte un día antes de que seamos, ya sabes....

—¿Condenados?—su ceño se frunce y suelto una risita—. Es broma, es broma.—estiro mi mano a su frente para "alisarla" y éste ríe.

—Te amo—dice de pronto dándome un beso corto.

Mojigata...

Entonces atrapo su labio inferior entre mis dientes impidiendo que se separe y con ambos brazos enrollados en su nuca le atraigo hacia mí para besarle; Un beso diferente, mucho más hambriento. Gohan no tarda en sujetar mi cintura mientras lo lanzo de espaldas a la cama sin separarme.

No soy ninguna mojigata.

Me separo levemente para tomar aire, miro los ojos azabache de mi novio y éste me sonríe para volver a unir nuestros labios a un ritmo lento, sin apuro, mas interrumpo bajando mis besos a su cuello y clavícula. Antes de notarlo yo ya estaba arriba y con mis piernas a cada lado de Gohan sujétandole de los hombros mientras besaba su cuello. A ésto el agarre en mi cintura se intensifica pero lo que me llama la atención es que tras mis acciones Gohan se tensa por completo.

Oh por todos los Dioses...

Al estar sobre su torso noto como tras de mí algo comienza a despertar junto al sonrojo de mi prometido. ¿Y si...? Me levanto sin salir del lugar, entonces me siento más atrás sintiendo de pronto algo duro bajo de mí. La fricción y el impulso me hace gemir levemente, mientras que Gohan suelta un gruñido.

—Gohan...—susurro en su oído entre suspiros ¡pero no deja de estar tenso! Más aún, se coloca de pie casi al instante y del impulso caigo a la cama para mirarle de allí con reproche.

¿¡Qué demonios le sucede!?

—Li-lisa—tartamudea aún colorado. Me queda sólo entenderle, pues es la primera vez que estamos tan... así ¡pero no es excusa para que casi me lanzara de la cama!

—¿Qué sucede?—Alzo una ceja a su dirección.

—Y-yo...—suelta un suspiro—. ¡Recordé que debo hacer algo!—Cuando hace el intento de salir corriendo, sujeto su brazo.

—¿Gohan?—este hombre a veces es extraño.

—Eh... Después del matrimonio ¿sí?—No me da tiempo ni de procesar, vuelve a ponerse su playera (que ni idea cuándo rayos se la saqué) y salta por la ventana.

Viendo el lado bueno de la situación, pues... ahora tengo claro quién es el único mojigato aquí.
Suelto un suspiro—. ¡Demonios! ¡¡Me siento como si hubiese tratado de violarle!!

CICATRICES  ━ Son Gohan. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora