Capítulo 19| ¿Eres tú, San Pedro?; Pensarle.

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¿Es normal despertar después de un gran madrazo sin sentir siquiera un poquitín de dolor? Por cierto ¿Y Gohan? Okay, la verdadera pregunta acá es que si acaso es normal que en situaciones como esta yo esté... ¿¡viva!?

Abro los ojos sentándome de golpe. Lo primero que veo es a un completo desconocido que, por cierto, presta más atención al palo que al parecer trata de convertir en navaja que a la chica desconcertada en el piso.

Oh sí, esa última soy yo.

—¿Eres tú, San Pedro?—Admito que quise golpearme por preguntar aquello. El tipo por fin alza la mirada y no dura ni tres segundos antes de volver a su trabajo con la navaja. Suelto un suspiro—. ¿Quién eres?—Su mirada se vuelve a alzar y he de admitir que sus ojos celestes son jodidamente intimidantes.

—¿No será más inteligente preguntar cómo es que aún vives?—No oculto la sorpresa en mi rostro. Ojo, no es que se me hiciera "inevitable" sino que se me ha dado la gana de hacerle saber mi desconcierto—. Te encontré aquí mismo, estabas al borde de la muerte.

—¿Cómo me curas...?

—¿No preguntarás algo más inteligente?—interrumpe a lo que me coloco de pie para seguido de ello limpiar mi trasero lleno de pasto. ¿Acaso no es inteligente querer saber cómo sigo viva? Qué hombre más extraño...

—¿Por qué me has...?

—Así está mejor—vuelve a interrumpirme y me cruzo de brazos. No me está agradando este sujeto—. ¿Por qué curarte? Bueno, ver a una chica semi muerta no es algo de todos los días...

—¿Y?

—¿Y qué? ¿Preferías la muerte?—De un segundo a otro la navaja de madera —al parecer ya terminada— estaba frente a mi nariz, casi rozándola. Negué efusiva a la vez que Saba un salto hacia atrás ¿¡acaso está loco!? ¡Pudo haberme rebanado la nariz!—. Como decía—vuelve a hablar con tranquilidad y alzo una ceja. Reitero que este tipo a mi parecer es bastante extraño—... me dio curiosidad tu estado, estabas realmente mal y no parecía como si te hubiese atacado un animal.

Claro que fue un animal. Uno rosa y gordinflón.

—Bueno, gracias por todo pero yo...

—¡Cuidado!—En menos de un segundo ya estaba de vuelta en el piso con ese sujeto sobre mí. Esta vez sí le miré con un inevitable asombro ¿¡Cómo rayos supo que ese rayo venía!?

—Primero me encuentro a una loca y ahora me caen rayos. En definitiva debí quedarme en la isla—gruñe para sí ¡pero le interrumpo volviendo a gritar tras notar como más rayos como ellos caían por doquier! El chico se coloca de pie mandándome ahora sí al piso —en cierta forma lo agradezco, ya me imagino la cara de Gohan si veía esa incómoda posición— y sosteniendo mi muñeca comienza a esquivar mientras yo sólo cierro los ojos deseando que no me suelte hasta estar a salvo. Uff nunca se sabe si tiene planeado soltarme a propósito, en una de esas el sujeto podría tener de esas creencias donde ha de anhelar sacrificarme al Dios rayo o algo por el estilo.

Un momento... ¿Rayos en pleno día soleado? ¡¡Oh!! ¡Han de ser rayos de ki provenientes de Majin Boo! Entonces luego de este inteligente planteamiento de mi parte me decido a bajar mi ki al máximo, no me arriesgaré a que el gordinflón me detecte y termine con el trabajo de hacerme polvo.

Los rayos se detienen y el chico me suelta sin ninguna delicadeza ¡Qué odiable es!

—Bajaste tu ki. Así que no era una humana cualquiera...—afirma, no sé si para él o para mí pero vuelve a dirigirme esa mirada que da miedo—. ¿Tienes algo que ver con Goku, el pelón y todos esos raros?

CICATRICES  ━ Son Gohan. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora