Siento mis ojos pesados, el intento de abrirlos me resulta bastante difícil, escucho un sonido muy fuerte a mi lado derecho e intento ver que es lo que hace ese ruido tan escandaloso, me doy cuenta que es un electrocardiógrafo, mis manos tienen agujas y en mi nariz hay una manguera de oxígeno.
-Dios mío, en que momento llegué hasta aquí -me digo mientras observo todo mi alrededor
Siento en mi pecho un dolor que es fuerte pero soportable, ardor y a la vez me siento mareada
-¿cómo te sientes? -pregunta mi doctor
-mejor que antes supongo -sigo observando a mi alrededor
-puede que te sientas confundida, eso es normal
-¿cuánto tiempo tengo de estar aquí Doctor?
-llegaste hace dos días linda, bastante mal por cierto -revisa lo que supongo que es el suero que cae a mis venas
-¿qué es lo que me pasó? -pregunto tratando de saber que pasa
-¿recuerdas cuando te dije que tenías que hacer ejercicio porque si no lo hacías tu cuerpo sufriría daños?
-si, lo recuerdo -respondo
-¿no lo hiciste verdad? -pregunta mientras revisa mis pupilas
-si lo hice, he estado saliendo a correr por las mañanas antes de ir a trabajar
-entonces ayúdame a averiguar que es lo que pasó ¿porqué llegaste tan mal esa noche? ¿has tenido cambios en el trabajo? ¿has tenido problemas en algo? ¿te alteraste demasiado por algo verdad? ¿qué fue lo que pasó? -tranquilamente me observa a los ojos
-no me siento bien hablando de esto doctor
-escucha Samantha te diré tres cosas,
Número 1: puedes llamarme por mi nombre, he sido tu doctor por bastante tiempo, creo que ya es tiempo de que me tomes un poco de confianza
Número 2: tu vida privada en este momento importa, necesito saber que fue lo que te puso mal y no porque yo lo quiera así si no porque necesito saber que es lo que te está haciendo tanto daño
Y la número 3:
Sufriste un infarto, si no hubieses llamado a emergencias quizás no estaríamos hablando en este preciso momento, es por esto que necesito que confíes en mi -toma mi mano y me da una media sonrisa-Te dejaré sola un momento para que lo pienses -toma un tablero en sus manos y se dirige a la puerta
-a y por cierto mi nombre es Gabriel, solo digo por si no lo recordabas -sonríe y sale de la habitación
-oye Gabriel -digo un poco alto
-las cosas van mejorando -dice desde afuera riendo
-¿llamaron a alguien por mí?
-cuando los paramédicos llegaron a tu casa estabas sola, así que quise esperar a que despertaras para saber a quien llamar
-no quiero que llamen a nadie por favor -respondo seria
-no lo haremos por ahora, pero será un requisito luego
-pero no tengo a quien llamar
-¿a nadie? ¿ni siquiera a un amigo? -pregunta sorprendido
-No, nadie -un teléfono empieza a sonar en la habitación, mi mirada se fija sobre el doctor
-¿no vas a contestar? -pregunta
-¿qué? -digo aun viéndolo
-tu teléfono está sonando, creo que si hay alguien por ahí a quien le interesaría saber como estas -señala a la mesita que está al lado de mi camilla
-oh, perdón pensé que no era el mío -repondo
-vuelvo en unos minutos Samantha, contesta tu llamada tranquila
-está bien -espero que salga de la habitación
El número en mi pantalla no está registrado y eso se me hace un poco extraño ya que la mayoría de personas que llaman a mi celular son conocidas y tengo su número dentro de mis contactos
-Hola -respondo
-Samantha habla Javier ¿cómo estás?
-¿Javier? ¿porqué me estás llamando? ¿y porqué tienes mi número? -digo riendo
-es una larga historia, luego hablamos de eso mejor dime que es ese ruido tan escandaloso que hará que mis tímpanos revienten -ríe
-no puedes evadir un tema tan fácil conmigo
-entonces mejor te cuento esa historia en persona ¿comemos juntos hoy? ¿te apetece?
-claro que me apetece, pero que no sea hoy -respondo
-no te sientes bien como para salir ¿verdad?
-bueno se podría decir que no tanto
-entonces compro algo de comida y la llevo a tu casa ¿te parece?
-tampoco estoy en casa -río
-vaya, tú si que eres misteriosa. Está bien ya entendí que no quieres verme, ya hasta me invité solo a tu casa -responde riendo
-no es eso, es solo que no me siento tan bien después de todo Javier
-Te pido una disculpa por haber actuado el otro día
-descuida solo me defendiste y creo que te debo las gracias
¿cómo está tu labio después de todo? -río-pues nada mal, no fue algo grave no te preocupes.
¿tu cómo estás después de todo esto?-no puedo decir que todo bien, sin embargo tampoco puedo decir que estoy tan mal
-¿a qué te refieres con el "no poder decir que todo bien pero tampoco que todo mal"? No te logro comprender
-estoy internada en el hospital creo por eso que no va todo bien
-¿qué? No te lo creo ¿estás bien?
- según mi médico sufrí un infarto, pero ya está todo controlado
-no te lo creo ¿cómo sigues? ¿te sienes mejor? Iré a verte
-descuida, ya estoy mejor no es necesario
-nada de eso ¡voy para allá! -cuelga la llamada
No sé si sea muy buena idea que Javier sepa lo que me pasó, pero ya de nada sirve arrepentirme de habérselo dicho porque ya está en camino y creo que verlo y sentirme acompañada cambiará un poquito la situación

ESTÁS LEYENDO
Nunca Fui Tan Feliz
RomanceSi la vida se pudiese cambiar, sé que de la mía no cambiaría nada. Cada momento y cada día nos da la certeza que estamos en este mundo para contar nuestra historia, porque en el habitan millones de historias distintas y esta es la mía, llena de mome...