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<<Pájaro>>

— Mi nombre es Shiota Nagisa, muchas gracias por tu ayuda.

Las mejillas sonrojadas, el cabello algo alborotado por el recién ataque y el labio inferior levemente hinchado, una imagen que dejaba anonadado al pelirrojo

— Yo soy...

—Yo soy Akabane Karma, él tipo con fama de mujeriego, pero que nunca ha salido con nadie de manera sería, ni sabe lo que es estar enamorado, algo muy vergonzoso para un universitario.

Declaro sin vergüenza un peli plata, Karma bufó logrando que un par de cabellos se alzarán de su rostro

— ¿Terminaste?

Le preguntó con sarcasmo, el joven apartó la libreta de su rostro y miró a su amigo con esos sus ojos neutros tan carentes de vida.

—  Escucha karma, mientras tú me narras tu gran acto de heroísmo con esa tal atiza, yo me estoy congelando los dedos escribiendo sobre este pájaro raro para la maestra de sociología.

Se quejó su compañero con su ceño levemente fruncido, Karma lo miro y luego al pájaro, de nuevo a él y al pájaro, intercalando la mirada unas tres veces más.

— Itona.

—¿Qué?

— Dos simples cosas.

— ¿Hum?

—  Para empezar no es "Atisa"  es Nagisa y es un él, lo segundo es que la maestra nos encargo ir a un museo que tenga que ver con la economía y no investigar sobre el pájaro "pica".

El sonido seco que provocó la libreta al ser  cerrada le provocaron a Karma una sonrisa.

— Eres un idiota.

Le insulto entre dientes y sin esperar salió del aviario, caminó sin notar los cambios que se formaban a su alrededor, camino y con cada paso insultaba al Akabane, camino sin notar la luz verde que mostraba el semáforo.

— ¡Cuidado!

Escuchó un grito y la desesperación por no sentir el aire llegar a sus pulmones le invadió, sus orbes captaron todo en cámara lenta, el auto, el cielo, el piso y algo blando estar bajo suyo.

— Auch...

Aturdido trato de levantarse, pero sólo consiguió ponerse de rodillas frente a un cuerpo desconocido que lentamente imitaba sus acciones, él joven celeste se incorporó colocando su peso en sus propias rodillas y acariciando su nuca en la zona afectada, los orbes de ambos chocaron y Nagisa aprecio un pequeño brillo en los ojos contrarios.

— ¡Itona!

El grito alertó a los dos haciendo que Nagisa apartará la mirada e Itona soltera un gruñido.

— Akabane...

— Shiota-san...

Y sin entender motivos Itona quería gritar a todo pulmón, con tal de que él azulino le mirara nuevamente.

Solo a él.








Nicitz~

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