Destino.

5

<<Vela>>

Su paciencia lentamente se consumía como la cera de una vela, su estómago se quejaba logrando transmitir el malestar que le provocaba ver a aquellos dos siendo tan amigables entre ellos, Nagisa no borraba su sonrisa, ignorando su propio capuchino de vainilla, Karma no le quitaba la mirada, admiraba con sumo detalle cada acción del celeste.

— ¿De dónde se conocen?
Depósito con cuidado su taza con chocolate en la respectiva mesa, posando sus orbes en Nagisa, este le miró como un pequeño niño apunto de hablar de su más grande héroe.

— De la misma forma que nos hemos conocido tu y yo.

Itona suspiró para proseguir a remojar con su saliva sus labios.

— ¿Estuviste a punto de ser atropellado?

Nagisa negó con la cabeza y su radiante sonrisa se volvió una mueca.

— Itona.

El nombrado levantó una ceja sorprendido por el tono "suave" con el que le llamó su amigo.

— Él es "Atisa"

Nagisa frunció su ceño en confusión esperando una explicación que jamás le llegaría.

— ¿Atisa...?

Murmuró Itona, tratando de recordar, removiendo sus memorias recientes.

— Ah...  - Exclamó sorprendido por el golpe de información que le llegó. — Y... ¿cómo sigues?

Se atrevió a preguntar logrando presenciar como la sonrisa regresaba a Nagisa.

— Mucho mejor, como le decía a Akabane-san, el tratamiento que se me dio fue el correcto aparte de eficaz y logré denunciar a los que me atacaron esa tarde, aunque todo eso fue con ayuda de Akabane-san.

Itona llevo sutilmente su mano derecha a su brazo izquierdo para rascarlo, la ansiedad lo estaba consumiendo.

— No tienes que agradecer, yo solo...

Sus palabras se quedaron a medias al presentarse el sonido musical propio de un celular, Karma e Itona se miraron buscando una respuesta, pero sus orbes se centraron en Nagisa quién sacaba su celular y se disculpaba por la interrupción.

Cada movimiento que hacía lo analizaban con cuidado y de sus labios no escapaba ninguna palabra a la cual examinaban con detalle.
El común "hola" luego risas, un enojó junto con un leve puchero que al ser descubierto por sus dos acompañantes desapareció, luego un sonrojó y el asentimiento de cabeza afirmando algo.

— Fue un gusto conocerte Itona...

— Solo dime "Itona", me sentiría más cómodo.

Nagisa asintió feliz, lentamente dirigió sus orbes al más alto de los tres.

— Nuevamente muchas gracias por tú ayuda.

— Insisto que no fue nada.

Nagisa desviaba su mirada de su platónico, de el que le salvó, suspiró y tomó sus cosas dejando el dinero por su bebida, despidiéndose de los dos y caminando con otro rumbo.
Itona suspiró al ya no ver rastro alguno del joven de celestes orbes, pero su nube se reventó al escuchar otro suspiró, miró a su amigo que tenía un sonrisa que sólo había visto formarse cerca de sus padres.

— Deberías quitar esa expresión de estúpido.

Karma formó una mueca.

— ¿Te sucede algo?

— Para nada, solo que creo que Nagisa es mi destinado.

— ¿Disculpa?

— Lo que escuchaste, es una suposición, pero lo siento, es como un presentimiento ¿me comprendes?

Karma le miraba atento e Itona sonrió al caer en cuenta de sus palabras.

— Cierto, lo siento, olvidaba que un Beta no comprende nada de destinados.

— ¿Tienes algo que decir, Itona?

— Insisto en que no tengo nada que decir, pero mejor dime tú ¿qué te pasa con Nagisa?

Nicitz~