<<Ciudad>>
— No quiero dejarte, no quiero que te quedes solo con ellos dos.
Rio se aferraba al cuerpo de Nagisa el cual sonreía nervioso e incómodo por tener la mirada de toda la gente que estaba en el aeropuerto.
— Rio, tuviste suerte que hubiera un paro en tú universidad y tus vacaciones se alargaran, pero debes volver aparte me quedo con Isogai, Maehara, Itona y Karma.
Le trató de convencer.
— Es por eso que no me quiero ir, no me puedo fiar de esos dos.
— Oye.
La voz indiferente de Itona llamó la atención de los dos amigos.
— ¿Qué?
— ¿Podrías dejar de hablar de nosostros como si no estuviéramos?.
— No, no puedo, ni lo voy a intentar.
Nagisa se soltó del abrazo posesivo de su amiga Beta y dirigió su mirada a Karma el cual intentaba ignorar todo con la excusa de que su celular tenía algo más interesante.
— ¿Algo nuevo?
Se colocó a un lado suyo intentando ver que hacía.
— No mucho.
Le restó importancia e inclino su celular a modo de que Nagisa pudiera observar lo que el veía.
Dos meses pasaron en un parpadeo, después de la llegada oficial de Rio se dieron sus vacaciones de invierno, su decepción creció cuando cayó en cuenta que no vería al Akabane por casi un mes, pero este sentir se borró cuando una tarde en la ciudad su amiga le llevó a conocer a dos personas, uno era un viejo conocido de Rio y el otro era amigo de este, su sonrisa de alegría no la pudo ocultar al idéntificar a esas dos personas, Itona y Karma, después de eso sus vacaciones fueron conmemorativas, no tenía mucho en cuenta el tiempo que usaban para salir, no le importaba que fueran salidas en grupo, al final podía estar con Karma, su emoción creció cuando el pelirrojo le empezó a invitar a salidas privadas entre los dos, Rio se encargaba de Itona que por algún motivo no se quería separar de él y él disfrutaba la compañía de Karma, así pasó su mes de vacaciones, Rio se suponía tenía que volver a su universidad hace un mes, pero problemas administrativos la llevaron a un paro que duró un mes, mes que se había acabado y hoy tenía que volver.— Nagisa.
El inesperado tirón de su ropa lo sorprendió, sus mejillas no evitaron teñirse de rojo al sentir como Karma lo sostenía de la cintura para evitar caer por el improvisado jalón.
— Itona, ten cuidado, Nagisa no es un juguete.
Le reprendió, pero a Itona poco le importaban las palabras de su "amigó".
— Nagisa, podrías tener más distancia de Karma, ¿por favor?
— Está bien.
Respondió extrañado por el pedido, pero no le dió mucha importancia.
— Nagisa ¿podrías hacerme un favor?
— Claro.
— Necesito unos recuerdos para mis amigas de la universidad, pero los olvidé, ¿puedes comprar diez colgantes para celulares?
— ¿Esta bien que yo los compre? Digo son para tus amigos.
— Los va a escoger mi mejor amigo, que digo, mi casi hermano, si tú los escoges para mi van a ser especiales y por ende los daré con mucho aprecio.
Nagisa sonrió y dio vuelta hacia la tienda de recuerdos.
— Te acompañó.
Le avisó Karma que no esperó respuesta y le siguió.
— Esperen...
Itona se quedó con las palabras en la boca al sentir un apretón en su hombro.
— ¿Qué te sucede?
— ¿Qué?
— Me he dado cuenta que estas muy posesivo con Nagisa, le sigues, lo acosas y le quieres empezar a poner límites, ¿qué tramas? ¿qué quieres?
Itona suspiró frustrado.
— Mira Rio, no quiero ser grosero, pero no te metas donde no te han llamado, Nagisa no se ha quejado, ni molestado así que no entiendo por que tú vienes a pedir una explicación.
— Porque soy su amiga, soy una de las pocas personas que estuvo con él desde que aprendió a caminar, porque soy casi una hermana, por eso y más pido una explicación decente a tú extraño comportamiento.
— Ok.
Rio miraba atenta al joven alfa esperando su ansiada respuesta, durante esos dos meses noto aquél comportamiento impropio del chico y trato de detenerlo siendo sutil, pero su esfuerzo fue vano, eso lo notó cuando Itona le quiso impedir a Nagisa estar cerca de Karma, ella estaba conciente del sentir que tenía su amigó por el Beta y aunque fuera inusual aquello ella lo apoyaba.
— Nagisa es mi pareja destinada.
Su respiración se cortó la escuchar esas cinco palabras.
— ¿Qué?
— Lo que escuchaste, tenía mis sospechas, pero en este tiempo lo confirme.
— Pero... Tú y él...
— Le diré cuando regresemos, haré que pasemos por los alrededores de la ciudad y se lo confesare.
— Es muy rápido, fue muy poco tiempo.
— No hay motivos para posponer lo inevitable.
Nicitz~
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Destino.
FanfictionAtados a lo que debe ser y no lo que se quiere ser. ¿Podemos ser egoístas?