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<<Muerte>>




Isogai caminaba con una pequeña cesta de fruta aunque su pareja se había negado a dejarlo ir al hospital él había ido, por Dios, apenas y tenía algunos meses de embarazo y su pareja se comportaba como si ya fuera en la recta final, su sonrisa incrementó al ver a Karma salir de la habitación de Nagisa.

— ¡Karma!

Le saludó alegre, pero este ni se detuvo en regresar el saludo, solo siguió su camino, algo extrañado entró en el cuarto dejando en una pequeña mesa su regaló.

— Karma es un grosero, Nagisa, le saludé y se siguió en su caminata, deberías castigarlo.

Isogai levantó la mirada de su regaló a la camilla que resguardada el cuerpo de su mejor amigo y la imagen que vio le rompió en corazón.

— ¿Nagisa? ¿Qué te sucede?

— Yūma...

Sus pequeños pozos celestes estaban llenos de lágrimas que no paraban, hacia un esfuerzo en limpiarlas, pero eran muchas y sus pequeñas y temblorosas manos no podían.

— Me termino, se acabó, ¡me dejo! ¡Karma me terminó!

Grito mientras cubría su rostro con sus brazos intentando no mostrar toda su desesperación y tristeza, su respiración era totalmente irregular, el aire no saciaba sus pulmones y aún cuando su boca estaba abierta no hacía más que expulsar quejidos lastimeros, Isogai se acercó y le rodeo su cuello con sus brazos inclinando a Nagisa hacia su pecho dejando que se desahogara.




























— Nagisa, debes comer.

— No tengo hambre.

Hiroto veía en silencio como su pareja procuraba animar a su amigo a comer.

— Pero debes hacerlo, pronto te darán de alta y dudo que quieran dejarte ir si sigues en ese estado.

Nagisa no quitaba su mirada de la ventana que estaba a un lado de su cama, el cielo azul tenía toda su atención.

— Enserio no tengo hambre, Yūma.

— Es suficiente.

— ¿Hiroto?

— ¿Qué planeas? ¿Te vas a convertir en un cuerpo sin vida? ¿Vas a llegar a atentar contra tú vida? Solo falta que empieces con los estúpidos pensamientos sobre la muerte para que parezcas una colegiala inmadura.

— Hiroto, guarda silencio.

— No, no voy a guardar silencio, Nagisa eres mi amigo y por ello estoy siendo así de brusco contigo, pero entiende el que tú y Karma terminarán no significa que tú mundo, tú vida terminaron.

Nagisa desvío la mirada del ventanal hacia su amigo.

— Lo único que pasó es que un ciclo se cerró, Nagisa solo acabo, murió si así lo quieres ver, pero eres joven y tienes muchas posibilidades así que por favor, por ti, por nosostros, anímate.

Su respiración se cortó al ver como el más fuerte de los tres limpiaba lágrimas que rebeldes escapaban de sus ojos.

— Lo siento...

Murmuró con la mirada gacha.

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