Destino.

28

<<Techo>>

El sonido del avión despegar, las lágrimas que no pudieron ahogar y las promesas que fueron arrastradas por el viento le hizo abrir sus orbes, admiro aquél techo que conocía demasiado bien, llevó su brazo a los ojos que recién se acostumbraban a la luz que se filtraba.

- Un recuerdo...

Murmuró para si mismo después de asimilar su sueño, unos cálidos y posesivos brazos le hicieron sonreír.

- ¿Qué recuerdo?

La voz ronca por haberse recién despertado le provoco una leve risa.

- Soñé con una película totalmente cliché.

- Agh, que horror, como odio esas películas dónde el amor siempre gana y es totalmente perfecto.

- Pero nosostros somos perfectos.

- ¿Qué?

- Somos perfectamente imperfectos.

Le sonrió mientras depositaba un fugaz beso en su nariz a lo que Karma sonrió.

- ¿Vas a trabajar hoy?

- Sí, pero en la tarde te veré en la casa de vacaciones de Yūma para la...

- Ya se, me lo has repetido miles de veces en la semana.

Le interrumpió ya harto del mismo recordatorio. 

- Que gruñón.

- Poquito.

- Mucho.

- Lo normal.

- Mucho.

- Mejor dime qué recuerdo tuviste.

- No cambié el tema, don gruñón.

- Shh, mejor responde.

- Soñé cuando fui al aeropuerto por ti.

- Vaya, ese recuerdo es antiguo.

- Lo sé.

- ¿Cuánto tiempo tendrá?

- Aproximadamente cinco años.

- Entonces llevamos viviendo juntos dos años.

- Exacto.

- Espera, tu no fuiste por mi al aeropuerto.

- ¿No? ¿Entonces?

- Yo solo me fuí.

- Ajá, Karma, yo fui quien grito e hizo una escena totalmente cliché, creo que la chica que recogía los boletos estaba totalmente intrigada y por ello no se desesperó.

- No me acordaba de ella.

- Si hubiera sido otra te hubiera exigido subir o dejar de interrumpir el vuelo.

- No puedo creer que hiciéramos dicha escena con un montón de personas al rededor.

- Yo agradezco que no hayan grabado y si grabaron no se hizo viral.

- Tienes razón, pero mejor levántate profesor flojo.

- Pero todavía puedo dormir unos diez minutos más...

- Nop, arriba, arriba.

- Te odio.

- Me amas y lo sabes. 

"El ser humano pude soportar una semana de sed, dos semanas de hambre, muchos años sin techo, pero no puede soportar la soledad"

- Paulo Coelho.

Nicitz.