Destino.

18

<<Vida>>

= Sí lograremos tener una pequeña vida me gustaría que fuera amable y cariñoso como lo eres tú, me gustaría que tuviera tu color de ojos y mis oscuros cabellos, sería una belleza aquél hijo mío y tuyo. Si tuviéramos un hijo me gustaría que me amarás como lo amaras a él, que me ames así como amas a aquél demonio de cabellos rojos que te roba de mi lado. =

La joven pelinegra bailaba coqueta en su recámara, posaba sus delicadas manos en su vientre, aquél lugar donde pronto se crearía una vida, ella daría vida a una creación perfecta, fruto de lo que debe ser, de lo que está escrito que sea pues así lo marca el destino.

[...]

—¿ Y hoy vas a salir a la misma hora?

— Probablemente, no es muy seguro, pero puede que salga más temprano.

— Eso me agrada ¿quieres que venga en la salida por ti?

— ¿Vendrás?

— Solo si tú quieres.

Nagisa subió dos escalones para estar casi a la altura de Karma y con cuidado lo besó.

— Nada me gustaría más.

[...]

— Veo que hoy estás más animado y apurado, Nagisa.

— Lo que pasa es que Karma vendrá por mi en la salida.

Isogai sonrió y precavido miró a su alrededor.

— Nagisa, ¿qué planeas hacer con esa chica?

Nagisa dejo de guardar la despensa y miró a su amigo.

— ¿Hablas de Kayano?

— Así es.

— Yo no puedo estar con ella, tal vez mi destino me haya otorgado a una persona como ella, pero mi corazón escogió a alguien más.

— Y esa persona es Karma.

— Sí...

[...]

Nagisa salió de la guardería totalmente feliz y su alegría aumento al ver a su persona favorita parada a la puerta de entrada.

— ¿Me esperaste mucho?

Karma volteó con una mueca en sus labios.

— Nagisa...

Aquella voz que se ocultaba por el cuerpo de Karma la conocía a la perfección.

— ¿Algo que querer compartir, Nagisa?

Karma se movió dejando al descubierto el delgado cuerpo de Akira.

— Akira...

— No lo puedo creer ¿en verdad planeabas jugar así conmigo?

El joven miró incrédulo al más alto.

— Karma, no es lo que tú crees.

— ¿Enserio? ¿Entonces qué es?

— Solo somos compañeros de tra...

— Solo son compañeros para la eternidad, su maldito instinto así lo pone y para empeorar todo están juntos quién sabe cuantas horas a la semana, pero yo soy un idiota por no haberme dado cuenta de esto.

Sin esperar alguna explicación empezó a caminar, pero el agarré vacilante en su brazo lo detuvo.

— Karma, no... No es lo que tú crees.

Su mirada demostraba lo desesperado que estaba por aquella situación que no entendía porque se volvía tan conflictiva.

— Nagisa.

— ¿Si?

— Suéltame, no quiero que me toques al menos no quiero saber de ti por un tiempo.

Su agarré se rompió y maldijo a su destinó una vez más, la vida se burlaba de él por tener sueños tan surrealistas.

— ¿Nagisa?

— ¿Sucede algo, Akira?

— ¿Estas bien?

— No...

La joven con paso vacilante se acercó al cuerpo del celeste y con cuidado le abrazo sintiendo como leves temblores le invadían.

— Tranquilo... Ya pasó, todo va a estar bien, yo estoy contigo.

Le susurró.

— ¿Por qué?

— Nagisa, mi departamento está cerca por favor vamos y así podrás desahogarte sin culpa.

El joven no respondió, mucho menos se inmutó cuando lo tomo de la mano y comenzaron a caminar, el camino fue tan corto o simplemente él estaba demasiado perdido en sus pensamientos que no midió el tiempo, solo se dió cuenta de su entorno cuando sintió la suavidad del sillón bajo suyo.

— Aquí tienes.

Un pequeño vaso de agua le fue dado y él sin cuestionar lo bebio todo.

— Gracias Aki...

Sus palabras se cortaron y el vaso de vidrio se estrelló contra el suelo, todo su alrededor se distorsionaba.

— Lo lamento, pero es sólo para asegurarme que tú y él no se reconciliaran de inmediato.

Escucho la voz lejana y para su pesar todo se volvió negro.

Nicitz~