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<<Fuego>>

El avión despegó, pero la joven estaba inquieta, le rogaba a un ser omnipotente por el bienestar de su amigo.

— Nagisa no llores.

Le trató de consolar Karma aunque su pecho se contraia al ver el semblante de tristeza en Nagisa, hacia el esfuerzo por no llorar mordiendo su labio inferior.

— Nagisa, por favor trata de comportarte la verás en cuento empiecen las vacaciones de verano.

Itona le quita la importancia al asunto, él tenía cosas más importantes en la cabeza que la retirada de la amiga de su futura pareja.

— Tienes razón...

Suspiró y le dirigió una mirada a Karma que ya no sabía cual debía ser la mejor manera de consolarlo.

— Estoy bien Karma, gracias.

— ¿Seguro?

Y de nuevo aquellos momentos donde ambos se perdían en un mundo donde sólo ellos existían, el mayor malestar de Itona.

— Te dijo que ya está bien ¿podrías dejarlo?

Karma se limitó a ignorar a Itona, últimamente su comportamiento era muy explosivo.

— ¿Quieres que te acompañe a tú casa?

— No te preocupes estoy bien.

— Insisto, por favor déjame acompañarte.

— Está bi...

Nagisa no sabía que expresión poner, Itona el supuesto amigo de Karma se había puesto entre los dos, dirigiendole una bofetada a su persona.

— Ya me tienen harto con su juego de coqueteo.

Se expresó con rabia contenida.

— ¿Qué mierda te pasa, Itona?

— ¡Eso es lo que yo llevo preguntándome por tú comportamiento, Karma!

— Chicos...

Nagisa quería contener la discusión, pero ambos chicos se empeñaban más en desafiar al otro con la mirada.

— ¿Mi comportamiento? ¿¡Por qué le has pegado a Nagisa!? ¿¡Quien te crees!?

— ¡Me creo y me siento su pareja!

Gruñó.

— ¿Qué?

Murmuró, pero la risa de Karma opaco su voz.

— Itona es imposible que entre dos alfas se de la dichosa pareja destinada.

— ¿Y tú que sabes, beta?

— Claro, usa mi casta para tratar de humillarme, veo que es lo único que sabes hacer para defenderte.

— Al menos hago algo, tú solo vas tratando de guardar apariencia, habla claro Karma, ¿qué quieres de Nagisa?

Karma guardó silencio, tal vez procesaba la respuesta o se armaba de valor, sea cual fuera su opción habló.

— Yo no quiero nada de él.

Nagisa bajo la mirada, ya lo esperaba, pero aún le dolía saber que para su amor imposible no era nada.

— Yo no quiero nada de él, no quiero nada que le sea imposible, debo reconocer que yo ya tenía cierta atracción hacia él, porque si, yo ya había visto a Nagisa mucho antes de que pasará lo del callejón.

Nagisa miró a los dos chicos fijamente, quería, deseaba porque Karma siguiera hablando.

— ¿Qué tanta estupidez dices?

— Que gracias a tú plan por hacernos más cercanos a Nagisa descubrí que mi atracción física hacía el evolucionó por algo más, le quiero, puede ser un querer fraternal o algo romántico, no me importa, pero le quiero.

— Akabane olvídate de eso, Nagisa es mío, es mi pareja.

— Te equivocas.

Ambos chicos habían olvidado un grán detalle, habían olvidado que Nagisa estaba con ellos.

— Itona.

Habló firme y el peli plateado juro ver como en esos orbes celestes crecía una llamarada de fuego.

— Lo siento, aprecio tus sentimientos, pero no somos pareja destinada, no eres mi otra mitad.

— Pero... Yo lo siento, ¿me vas a negar?

Nagisa negó con su cabeza y le sonrió.

— Yo no siento esa conexión, no veo los mismo patrones que tienen los demás por eso y más motivos se que no soy tú pareja.

— ¿Es por que soy un alfa y tú igual?

Nagisa guardó silencio.

— Si una relación alfa con alfa no tiene un alto grado de compatibilidad, mucho menos una de alfa y beta, si me niegas por querer estar con él te vas a arrepentir, Nagisa.

— No es eso, pero en este momento no vas a escuchar mis palabras por más que intenté explicar, si en un futuro tú comprendes los motivos que te estoy dando no dudes en que nuestra amistad seguirá adelante.

Itona bufó y se giró decidido a irse lejos de la presencia de esos dos.

— ¡Itona! Espera.

Algo confundido volteó para atender al llamado de Nagisa, pero no se esperó el puñetazo que recibió.

— Con esto no habrá rencores futuros, tú me pegaste yo te lo regresó, ten buen día.

Sin más que decirle o hacerle camino a la salida del aeropuerto siendo seguido por Karma que no borraba su sonrisa ante el acto del más bajo en estatura.








































El calor que emanaba el fuego les era reconfortante.

— Aquí tienes.

Le dió una taza con café que gustoso acepto.

— Debo admitir que no me esperaba que le devolvieras ese golpe.

— ¿Por qué?

— No te ofendas, pero tú cuerpo y tú personalidad pasiva no deja a la imaginación un comportamiento así.

— Karma, sigo siendo un chico y sobre todo un alfa, no soy como los demás, pero lo soy.

— Lo se.

— Y por ello quiero ser claro contigo.

— Adelante.

— ¿Fue cierto todo lo que dijiste en el aeropuerto?

— De principio a fin, por eso no quiero que te incomode, me gustas, pero aún no se en que sentido.

— Si tuviera que ser sincero yo, debo confesar que igual me gustas, yo igual sabía de ti desde hace tiempo, te consideraba mi amor platónico.

— ¿Me considerabas? ¿Ahora ya no?

Nagisa soltó una pequeña risa por el ceño fruncido del Akabane por su comentario.

— Me sigues gustando y por ello quiero proponerte que me permitas ser tú pareja, al menos a mi si me gustas de manera romántica.

Confesó valiente.

— ¿Pareja?

— Sí... Bueno si tú quieres.

— Me agrada, quiero intentarlo y descubrir que siento en realidad por tí, Nagisa.

Sus labios se rozaron sellando su acuerdo, ya no son niños, ni colegiales para andar llenando de rodeos lo que quieren.







Nicitz~

Si Itona no es su pareja destinada, ¿entonces quién es?

Destino.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora