Supercorp; Perdemos lo que amamos

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   Hace dos años, una tormenta eléctrica había cubierto el cielo de gran parte del mundo. Algunos teorizan que la causa fue la contaminación, otros afirman que fue un ataque alienígena. Hay muchas teorías, sin embargo ninguna está científicamente comprobada. No existe alguna explicación exacta para el fenómeno que había ocurrido. Y no por la tormenta en sí, sino por las impactantes consecuencias en la sociedad.

   Aproximadamente el 1% de la población mundial había adquirido habilidades especiales. Algunos eran útiles como regeneración acelerada o inteligencia extremadamente alta, pero otros le daban miedo a la gente, ya que podían sacar fuego de sus manos o destruir casas enteras con un solo golpe. Es por eso que fueron llamados Metahumanos y los fueron excluyendo y discriminando cada vez más.

   Después de varias investigaciones, se había comprobado que estas personas al volverse Metahumanos, perdían una cosa: Sus recuerdos o sus sentimientos. Los últimos son los más difíciles de encontrar porque se ocultan de la sociedad o logran actuar de una forma tan buena, que tú no sabes que su sonrisa es falsa.

   Algunos Metahumanos tratan de vivir como cualquier persona sin usar sus poderes, pero otros en una forma de rebelión, comenzaron a atacar las ciudades. En especial National City por las grandes empresas y la cantidad de gente que se mudaba ahí para tener un mejor futuro laboral. Es por eso que la policía decidió centrarse en capturar Metahumanos, pero las cosas no eran tan fáciles, ya que no eran los únicos interesados en la captura de estos seres.

   Al no saber su identidad, le pusieron de apodo: Erlik. Cómo una referencia al dios turco-mongol de los muertos. Una Metahumana que asesina sin piedad a los de su mismo ser. Algunas personas apoyan a este "héroe" ya que deja las calles en paz, pero otros la odian por la cantidad de muertes que ha ocasionado. La policía está incluida en esto, ya que rara vez lograban atrapar Metahumanos antes que sea asesinados por Erlik.

   —Escucha, no quiero perder más mi tiempo contigo —avisó Erlik, levantando a su contrincante desde la  blusa—¿Recuerdas cómo conseguiste tus poderes? ¿Recuerdas dónde los obtuviste? ¿Sabes cómo un Metahumano puede volver a ser una persona?

   —N-no lo sé. No rec-cuerdo nada desde que obtuv-ve mis poderes —titubeó la Metahumana, sintiendo como el sudor caía por su rostro.

   Erlik suspiró y dejó caer a la pelirroja al suelo. La Metahumana al instante se arrastró hacia atrás, tratando de escapar.

   —¿Es que acaso nadie me puede ayudar? —preguntó Erlik frustrante.

   La gran lluvia que se había desatado, hizo que el callejón en donde estaban se llenará de charcos de agua. La Metahumana, aprovechó el despiste de Erlik y tocó uno de los charcos. El agua cubrió todo su brazo y apuntó a la enmascarada que estaba de espaldas. Pero en el momento que le lanzó un potente chorro de agua, Erlik se movió a un lado con mucho velocidad y le tiró una cuchilla justo en el pecho de la Metahumana.

   —Detesto cuando hacen eso —susurró Erlik, viendo como la chica caía al suelo —. Me hacen desperdiciar mis preciadas cuchillas.

   Erlik era especial. Eso todos lo sabían. La policía la había tratado de rastrear varias veces y descubrieron que ella tenía más de un poder. Algo que nunca había sucedido con otro Metahumano. Hasta ahora los poderes que tienen confirmados de ella era: Volar, superfuerza y visión de rayos láser. Aunque tienen sospechas que ella posee más habilidades. Aún no sabían qué tipo de Metahumana era, pero tenían muy claro que podía ser la más poderosa de todas.

   Su memoria, eso fue lo que perdió Erlik. No recuerda nada de su familia o de dónde viene. Ni siquiera sabe si tiene familia. Sin embargo, ese no fue su mayor problema. La razón por la que él busca Metahumanos, es para saber cómo ser una persona normal de nuevo y recuperar sus sentimientos. Sí, Erlik además de sus recuerdos, también había perdido sus emociones. No puede sentir nada que no sea fisico. Felicidad, tristeza, remordimiento, amor... todas esas palabras son desconocidas para Erlik. Aunque a logrado ocultarlo mucho con sus personalidades fingidas, no es fácil estar actuando las 24 horas del día.