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   —¿Por qué hiciste eso? —preguntó Lena, molesta.

   —¿Hacer qué?

   Kara examinaba los brazaletes que tenía en las muñecas, mientras Lena la veía con furia por el otro lado de la celda. Hasta se podía considerar que  en  cualquier momento iban a salir fuego de esos ojos, pero luego, respiró hondo y bajó la cabeza. Colocó su mano en el cristal y Kara le prestó atención.

   —Mira tu pecho, Kara —murmuró Lena —. Tú traje está completamente quemado y tienes una cicatriz en todo el pecho con una línea que sube casi hasta el cuello. Casi mueres y nosotros estuvimos 5 horas luchando para que tu corazón siga latiendo y ¿nos tratas así? Kara... hay algo que estábamos esperando decírtelo cuando regresemos a los laboratorios. Tienes que venir que nosotros, no estás bien.

   Kara se levantó del suelo y dio unas cuantas vueltas por la celda.

   —Yo ya tomé mi decisión. El general Lane me ha buscado estos dos años, ahora me tienen. Mi vida fue buena, supongo, pero ya se terminó —dijo Kara, cruzándose de brazos y mirando la pequeña ventana que había en la parte superior de una pared.

   —Solo lo haces porque sabes que ahí podrás escaparte.

   Un policía se acercó y abrió la celda para sacar a Erlik. La jueza ya había tomado la decisión y Lena estaba impaciente.

   —¿Cómo va todo, Lena?

   La nombrada se volteó de golpe, pero se tranquilizó cuando vio a su amigo Edge.

   —No sabía que estabas aquí —comentó Lena con una sonrisa -. Y sobre lo anterior; terrible.

   —Lena, tú sabes que yo siempre te he apoyado en cada decisión que has tomado desde que entraste a la policía. Te ayudé para que la ciudad confíe en tí y también para tratar de atrapar a Erlik con el pedido de los derechos a los Metahumanos — Lena asintió con la cabeza y esperó a que Morgan prosiguiera —. Pero, lamento decirte que en esto no puedo apoyarte. Entiendo que has luchado por dos años para atrapar a Erlik, pero en estos momentos, será mejor que los militares tomen a cargo las cosas.

  —¿De qué estás hablando? Todo lo que sabemos es gracias a la policía, Lane no se merece nada.

  —Nunca juzgaré lo que hagas, Lena. Pero los dos sabemos cómo va a terminar este juicio.

   Edge regresó a su sitio y Lena se quedó pensando en lo que le había dicho. Era cierto que la policía había avanzando muy poco estos dos últimos años, pero lo que la gente no entendía, era que esto ya se había vuelto personal. Respiró hondo y regresó a su sitio cuando el juicio comenzó de nuevo.

   Los ojos de la jueza nunca se apartaron de Erlik cuando ella entró con dos policías tomándola de los brazos, y uno apuntándole en la cabeza por si hacia algún movimiento para atacar.

   —Después del pequeño comentario que decidió decir Erlik y algunos minutos para pensarlo mejor, he decidido cambiar de opinión —dijo la jueza con voz sería.

   —Este juicio está perdido —expresó Lena, colocando su cabeza en sus brazos.

   —Vamos, no seas tan pesimista. Yo ya estoy planeando como sacarla de los militares —comentó Maggie y Lena la vio con una ceja levantada —. Bueno tal vez sea una mala idea, pero es una opción.

   —Debo admitir que llevar a Erlik es una buena idea, todos sabemos que los militares son más estrictos y de mayor importancia para el país que los policías —comenzó la jueza a hablar, mientras dirigía la vista a Erlik. Lena ya no miraba a la jueza, sino su vista estaba centrada en Alex, que estaba con los demás policías. Trató de transmitirle confianza con la mirada, pero era imposible. Su amiga también sabía lo iba a suceder. Sin embargo, lo que sucedió luego las desconcertó a las dos —. Pero... tras haberlo tras escuchar la petición de Erlik, ya tomé mi decisión. La Metahumana Erlik, tendrá la condena de cadena perpetua. Permanecerá en los laboratorios de la policía, a cargo de Lena Luthor. Eso significa que cualquier asesinato o inflación de la ley, la jefa de policía Lena Luthor, tendrá toda la responsabilidad.

Supercorp; Perdemos lo que amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora