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   —Recuerdo cuando éramos pequeñas y Kara se quedaba con el bate de Baseball en la noche porque le tenía miedo al bosque —contó Alex, con una sonrisa, viendo a su hermana aún inconsciente —. Le daba tanto miedo, pero al mismo tiempo le fascinaba. Cuando creció, se pasaba todo el tiempo en el bosque. Es más... —, sus facciones cambiaron a unas más serias —, ella había ido al bosque la noche que comenzó a llover y nunca volvió. Yo... debería haber salido a buscarla. Esperé mucho tiempo, podría haber hecho algo.

   —No te culpes por algo que no es culpa de nadie. Pasó y muchas personas salieron perjudicadas —dijo Maggie con una pequeña sonrisa.

   —Lo sé, es solo qué, tal vez si la encontraba, ella no tendría la vida de ahora. Maldición mírala, Maggie —expectó Alex, levantándose de la silla y señalando a Kara —. Mi hermana es una asesina, es el terror de la ciudad. Y ahora, está ahí, inconsciente sin poder mostrar alguna señal que va a despertar.

   Y como si ese haya sido un llamado para la Metahumana, Kara se despertó de golpe, quedando sentada en la camilla. Maggie y Alex la miraban sin poder decir ni una palabra. Por suerte, miedo no podían sentir; Erlik tenía dos brazaletes en los brazos que le impedían utilizar sus poderes, así que no podía hacer nada para escapar.

   Kara se tocó el pecho aún sintiendo un ligero dolor. No recordaba muy bien lo que había sucedido después de caer del edificio.

   —El dolor pasará, necesitas descansar un poco más —indicó Alex, acercándose a su hermana lentamente.

   —¿Tú quién eres? —preguntó Kara fríamente. Alex se quedó quieta y bajó la cabeza. La rubia miró a Maggie y la señaló con un dedo —. Tú... a tí si te conozco. ¿Dónde está Lena Luthor?

   —Lena está viniendo, por ahora, necesitamos que te recuestes, Kara —dijo Maggie con tranquilidad.

   La miró a Maggie y luego levantó su mano para tocarse la mejilla. No tenía la máscara puesta, pero ¿cómo sabían quien era?

   —Nunca te dije mi nombre —señaló Kara.

   —Será mejor que yo me vaya del cuarto. Debo hacer unas llamadas —indicó Maggie, para luego dirigirse a Alex —. Habla con ella.

   Alex iba a decir algo, pero Maggie ya se había ido. Se puso más nerviosa al darse cuenta que Kara la miraba fijamente a los ojos. Alex se acercó lentamente a la silla de al lado de la camilla y se sentó, nunca perdiendo la vista a Kara.

Un silencio incómodo comenzó a exparsirse por el cuarto. Solo se podía escuchar las hojas de la calle moverse por el fuerte viento que indicaba que iba a llover. Alex trataba de recordar todo lo que había sucedido los días siguientes a la desaparición de su hermana y también como trataban a Lauren o otros Metahumanos sin recuerdos.

   —Kara, tú eres Kara Danvers ¿cómo sabes eso? Perdiste tus recuerdos —comenzó Alex.

   —Encontré mi identificación en mi bolsillo... tambien estaba mi dirección, pero ni siquiera sabía dónde estaba.

   —Muy bien, Kara, quiero decirte que nosotros sabemos todo de tí. Sabemos que no tienes recuerdos y sentimientos. Sabemos de dónde vienes y quién es tu familia —dijo Alex un poco emocionada.

   —¿Y tú cómo sabes eso? ¿Quién eres?

   Alex bajó la cabeza y se sacó la lágrima que estaba a punto de caer. Se prometió que no iba a llorar. La que necesitaba ayuda en estos momentos era Kara, no había tiempo para ponerse sentimental.

   —Mi nombre es Alex... Danvers —. Alex pudo notar por unos segundos un brillo en los ojos de Kara al pronunciar su nombre —, yo soy tu hermana.

Supercorp; Perdemos lo que amamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora