—Aquí tienes, un Martini bien helado—informó el barman, dejando la copa en la barra del bar.
Al instante, el hombre que se hallaba frente suyo, agarró la copa con fuerza y se tomó la mitad de un solo sorbo. El alcohol calentó al instante su cuerpo y relamiendose los labios, levantó la mirada y en un espejo medio roto, puedo ver sus ojos oscuros reflejados, su cabello desordenado y una gran cicatriz que comenzaba en la ceja y terminaba por la mejilla. Giró la silla para no verse más y se centró en los matahumanos borrachos que bailaban alegres.
Le dio otro sorbo a su bebida y sin ningún interés, su mirada calló en una de las esquinas del bar, pero, como si algo se halla prendido en su cerebro, al instante se puso más alerta. Se sentó bien e intentó ver con mejor detenimiento la mesa que estaba tan alejada de él. Una sonrisa aparecía en su rostro, mientras sus ojos se abrían más al ver la maravilla que había encontrado.
—Lucas, tienes que ver esto—llamó el hombre a su compañero, quien se despertó de golpe—. Es ella.
—¿Quién?Señaló con su dedo a la chicha rubia con lentes que se levantaba con una pequeña sonrisa.
—Llama al jefe e informa que Kara Danvers sigue en National City.
. . .
Lena tomó la mano de Kara por debajo de la mesa y la sonrisa de la rubia desapareció al instante.
—No es que quiera cuestionarlas, pero no creo que esto vaya a funcionar —susurró Lena —. Estamos hablando de ver a mi madre... ella murió hace diez años.
—Claro que va a funcionar—aseguró Sam, que había escuchado absolutamente todo—. Nunca dudes de mis poderes.
—¿Al menos lo has intentado con otras personas?—cuestionó Lena, aun insegura.
—Kara fue mi primera prueba, pero la cabeza hueca no recordaba a nadie, así que no me sirvió mucho.
—¿Cuando dejaras de llamarme así?—preguntó Kara con el ceño fruncido.
—Nunca.Kara rodó los ojos y miró a Lena, que seguía con el rostro pensativa. Tomó el tazón donde aún quedaba un nacho y se la acercó a la morena, quien lo agarró sin ganas y se lo llevó a la boca.
—No pasará nada. Es más, mientras más rápido lo hagamos, mejor. Me muero de sueño.
La rubia se levantó y le ofreció su mano a Lena. Kara sonrió al ver como su amiga ponía los ojos en blanco y se paraba por su cuenta. Su vista le dio un registro al todo el bar para asegurar que las cosas iban bien. Metahumanos bailando, algunos borrachos dormidos en mesas alejadas, otros entrando al baño con cara de querer vomitar y a unos pocos aún estables que tomaban en la barra.
—Vamonos ya—ordenó Kara, sintiendo un aire no muy seguro—. Sam, ¿a tu casa no?
—¿Huh?—. La castaña terminó de tomar su botella y al mirar a Kara con el rostro serio, se dio cuenta que si era hora de irse—. Claro, pero el tren que va por mi ruta ya no pasa hasta mañana.
—Yo las llevo—indicó Lena, mostrando las llaves de su auto.Después que Sam pagara la comida, todas comenzaron a salir del bar. Kara iba ultima, empujando con un poco de fuerza a Lena que estaba adelante suyo, mientras miraba detenidamente las personas de la barra.
—¿Sucede algo?—preguntó Lena.
—Solo sigue caminando.Cuando la puerta se cerró y las cuatro chicas ya estaban afuera, en el rostro de Kara se volvió a formar una sonrisa. Llegaron hasta una calle más iluminada y Lena sacó sus llaves. Al presionar el botón, un ferrari negro sonó y los ojos de Ruby brillaron.
—¿Puedo ir adelante?—. Lena rió y asintió con la cabeza.
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Supercorp; Perdemos lo que amamos
FanfictionKara Danvers es una estudiante de intercambio que acaba de llegar a National City, una ciudad llena de Metahumanos que le hacen la vida imposible a los demás con sus robos y actos terroristas. Lena Luthor es jefa de una asociación que captura estos...