Supercorp; Perdemos lo que amamos

9

  Colocaron con cuidado el cuerpo inerte de Kara en una camilla y rápidamente la trasladaron a la enfermería. Lena seguía con paso veloz a los doctores, pero al darse cuenta que sería inútil ya que no la iban a dejar entrar, se detuvo en el medio del pasillo. Y con la respiración agitada, miró como Kara desaparecía por la puerta.

  —Echenla con cuidado —pidió Alex, mientras se colocaba dos guantes y sus manos temblaban del miedo.

  —Tiene la temperatura muy baja y los latidos son débiles. Además, los dedos de sus manos están tomando un tono azul —informó una enfermera.

  Alex se agachó con el ceño fruncido y tocó la mano de Kara. Juntando todos los síntomas y el paro cardíaco que tuvo hace unos días... puede ser posible, dedujo Alex.

  —Hagan una radiografía de pecho, creo que ya sé cuál es el problema.

  Alex salió de la enfermería y se encontró a Lena apoyada en la pared con el ceño fruncido y los brazos cruzados, quien al notar que su amiga ha salió, se acercó al instante.

  —¿Cómo está? —preguntó Lena con tono preocupado.

  Alex se la quedó viendo por unos segundos. Rara vez lograba ver que Lena mostrase preocupación por una persona que no sea Maggie o ella.

  —Vamos a hacerle una radiografía, pero creo que ya sé cuál es el problema; es posible que cuando sufrió el paro cardíaco, algunas venas que están cerca del corazón sufrieron consecuencias —explicó Alex, mientras Lena la miraba con atención —. Tal vez hubo una obstrucción en sus venas. Es por eso que sus dedos estan azules, no está llegando sangre a sus extremidades... agregando el cerebro; por eso se desmayó.

  —¿Qué le va a pasar?

  Alex se tocó la frente y dió varias vueltas.

  —No lo sé, ¿de acuerdo? N-no lo sé. No sé desde cuándo su cerebro no está recibiendo la sangre suficiente. Kara está muy delicada de salud y no está mostrando mejoras. Puede despertar en 10 minutos como también en 10 meses.

  —Tranquila, vamos a resolverlo.

  —¡No puedo calmarme! Se supone que en dos días voy a pedirle matrimonio a Maggie y de pronto aparece mi hermana que ahora puede morir.

  —Sé que Kara tal vez apareció en el peor momento posible, peor mira el lado bueno: está aquí, con nosotros, y no le va a pasar nada malo. Kara ya demostró ser fuerte en muchas ocaciones, aquí pasará lo mismo.

  —Estoy considerando posponer lo de Maggie.

  Alex lo había dicho tan rápido que Lena se demoró unos segundos en asimilarlo.

  —¿Qué dices?

  —No puedo hacerlo. Hay demasiada presión y estrés en estos momentos para pedirle a Maggie ser mi esposa. Quiero hacerlo cuando todo se calme... sin problemas.

  Lena asintió con las cabeza y Alex suspiró, sintiendo que se había quitado un peso de los hombros por un tiempo. A la ojiverde no le gustaba mucho la idea, pero debía respetar las decisiones de su amiga. Una enfermera se acercó a las dos y les avisó que ya habían terminado los exámenes. Las dos amigas se dirigieron al salón donde se encontraba Kara. Alex tomó la hoja con los resultados.

  —Mierda, tenía razón —susurró Alex —. Tenemos que llevarla al quirófano ahora.

  —Haganlo, usen el dinero del laboratorio. No importa, solo... mantenla viva —ordenó Lena, mirando a Kara.

  Alex observó cómo su amiga se acercaba hasta su hermana. Lena se agachó hasta quedar al nivel de Kara y suspiró. Cerró los ojos y asintió varias veces con la cabeza. No le va a pasar nada, tranquilízate; pensó Lena.