Ha pasado dos semanas desde que llegamos a Nueva York. Las cosas con Harry son calientes, sin embargo aún no hemos llegado a tener sexo y eso en cierto modo me reconforta.
Harry es una persona extrañamente cariñosa y posesiva, cada vez que salimos con Aria y algún chico me coquetea, un arranque de celos le invade; me parecía gracioso al principio, antes de saber que llegando a casa me castigaría con azotes (muy fuertes) y cosas que me avergüenza admitir.
Ahora nos encontramos en la compra de mis uniformes, entraré a mi último año de preparatoria y estoy aterrada.—Muy corta—la voz de Harry me saca de mis pensamientos, miro la falda azul marino con cuadros una vez más y Aria bufa.
—Joder, Harry. Todas las chicas usan la falda de este corte, a mi me parece bien. Harry te quiere hacerte lucir como una maldita monja. —Dice Chloe riendo, Harry me mira con desaprobación.
—Esto no estuviese pasando si hubieran aceptado ponerme en una escuela pública. Esta es una de las pocas escuelas que llevan uniforme.—Chille.
—Y de las mejores—recalco Chloe, Harry asintió.—Nos llevaremos esta falda.
Salimos de la tienda de uniformes y seguimos buscando cosas para la escuela. Llegamos a las ocho de la noche a la casa. Suspire, observando la sala ya decorada.
Me senté en el sofá, esperando por la cena. Revisé todas mis redes sociales y sentí como el sillón se hundió de mi lado derecho, miré de reojo a Harry, quien se encontraba mirándome fijamente.
—¿Nerviosa?—Preguntó, lo miré confundida—por mañana, tu primer día de clases...
Suspiré, realmente estaba más que nerviosa. —Muchísimo—admití, Harry acarició mi mejilla tiernamente.
—Estarás bien, pequeña. Estoy seguro de que conocerás muchas chicas geniales, chicos no, por supuesto. Eres de papi—reí, ama siempre reclamarme suya.
—Lo sé, tuya—murmuré, el grito de Chloe avisando que la cena esta lista nos separó, fuimos al comedor y cenamos tranquilamente.
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Me desperté con un par de besos que eran repartidos en mi cara, reí al sentir los labios de Harry posarse en los míos y su cabello cayendo en su frente y rozando la mía.
—Buenos días, hermosa—susurró, me miro fijamente y se mordió el labio—Hora de levantarte, Chloe ya hizo el desayuno y no queremos que llegues tarde tu primer día.
—Bajo en seguida, papi—susurro con una sonrisa, le doy un beso casto y sale de mi habitación.
Entro a mi baño y tomo una ducha rápida, salgo para después poner todos los productos necesarios en mi cuerpo y cabello. Bajo corriendo las escaleras y visualizo a Harry sentado junto a Chloe desayunando, sonrió cuando él me mira.
—¡Buenos días!—digo cuando entro, Chloe me sonríe pero Harry me observa de arriba abajo.
—¡Te ves hermosa, Aria!—chilla Chloe—siéntate, te serviré el desayuno.
Desayunamos en silencio, sentí la mirada de Harry en todo momento. Chloe me daba uno que otro consejo para conseguir amigos según ella.
—Creo que es hora de que se vayan, Harry, sino Aria llegará tarde a su primer día—Dijo Chloe, Harry asintió.
—Si, Aria. Tiene razón Chloe, vámonos.
Me levante para ir a cepillarme los dientes. Salí tras de Harry, quien se fue no sin antes darle un beso a Chloe.
Me sentí incómoda pero lo dejé pasar. Sé que si le reclamo a Harry, me irá peor a mi.
El camino fue silencioso a excepción de la música de la radio, llegamos a la escuela y los nervios invadieron mi cuerpo.
Cuando estaba apunto de baje del auto, Harry tomó mi mano y me jalo hacia él.
Me comenzó a besar intensamente pero me separé rápidamente, Harry me miró fijamente y me sentí temblar.—Suerte hermosa, nada de chicos.
Oh, Harry, si supieras que seguramente nadie se comparara a ti.
Asentí—nada de chicos.
————-
Aquí una foto del uniforme de Aria, la falda un poco más larga jajaja y sin la chaqueta de mezclilla, sino un suéter escolar.
Espero les guste, igual imagínenselo como quieran.Les quiero agradecer por sus votos y sus comentarios ❤️ motivan mucho para escribir.
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♡ BAD AUSTRALIAN BABY. ♡
FanfictionAria es una chica rebelde de 17 años. Harry es un empresario de 30 años con gustos peculiares. Ellos son totalmente diferentes. Ellos son polos opuestos. Pero a Harry no le importaría educar unas cuantas boquitas sucias. -