♡ BAD AUSTRALIAN BABY. ♡

19. Niña buena.

Debo de admitir que no esperaba que Harry amaneciera a mi lado pero eso no evita que tenga un enorme sentimiento de  decepción al percatarme que estoy sola.
Me levanto de la cama lentamente, mi trasero duele y mis piernas están temblorosas por alguna razón. Me doy cuenta que llevo puesta mi pijama y no puedo evitar sonreír al imaginarme a Harry poniéndomela.
Tomo un baño rápido debido a que se me hace demasiado tarde para asistir al colegio, me pongo el horrible uniforme  para después tomar mi mochila y bajar corriendo al comedor.

La imagen de Chloe y Harry es lo primero que encuentro al entrar, siento una pequeña punzada. Joder, Aria, no son nada.
Pero eso no evita que duela un poco.

Después de un par de segundos Chloe se separa de Harry y él ríe. Desgraciado.

—Hola, Aria ¿Cómo amaneciste?—Pregunta Chloe con una sonrisa mientras sirve el desayuno.

—Bien—adolorida—¿y tú?

—¡Estupenda! Por fin conseguí un empleo en un hospital muy reconocido y bueno, me pagarán un súper buen sueldo y eso me mantiene feliz. —Dijo sonriendo, Harry se levanto de la mesa y fue al baño.

—Eso es genial, Chloe. ¿Es de turno completo?—negó con la cabeza mientras tomaba el cereal.

—Únicamente tengo turnos en la tarde, lo cual es genial. Creí que me darían un maldito turno nocturno pero afortunadamente no.

Harry llegó del baño y yo simplemente asentí, continué desayunando y miré el reloj, debía irme si no deseaba llegar tarde.
Deje mi plato en el fregador, corrí a cepillarme los dientes esperando que Harry me esperara como siempre pero la realidad fue otra.

—Harry no te llevará hoy, Aria, tenía una junta importante y por eso se fue tan pronto.—Explicó Chloe, genial, se me haría tarde.

Le di un beso en la mejilla al despedirme de ella, corrí hacia la parada de autobús. Joder, 7:15. Definitivamente llegaría tarde.

Después de 20 minutos de viaje en autobús llegue a la institución, corrí hacia mi casillero y tomé las cosas que necesitaría. ¿Lo peor? Me tocaba Historia Universal y no conocía aún al profesor.

Llegue corriendo hacia mi salón, tomé un suspiro y me atreví a tocar la puerta. Después de 2 minutos esta fue abierta por un señor con gafas gigantescas y demasiados lunares.

—Buenos días, profesor. Lamento mucho la tardanza ¿me permitiría pasar?—No recibí respuesta alguna, en cambio el señor me cerró la puerta en la cara.

¿Qué demonios? En mi estupidez, volví a tocar y el profesor me abrió molesto.

—No la dejaré pasar, señorita. Llego tarde, no 5 minutos incluso no llego 10 minutos tarde sino que 15. En mi clase hay algo que odio es ser interrumpido por personas como usted, que además de llagar tarde, me interrumpen. No es no.

Y volvió a cerrar la puerta en mi cara. Suspiré frustrada. Maldito Harry. Maldito profesor. Malditos todos.

Me fui a la parte trasera del instituto, por lo poco que sabía (y Frank me había dicho) ahí es donde todos se van para no ser reportados. Me senté en las gradas que habían en la pequeña cancha, observé a un par de chicos con desdén.
A mi lado se sentó un chico después de un rato, comenzó a fumar y eso sí que me molestaba.