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Al día siguiente, mi padre estuvo encerrado toda la mañana en su oficina. Entre ocasiones pude oírlo discutir mientras estaba al teléfono, intuí que lo hacía con Clifford o con Merlize.

—¿Por qué no también meten una orden de restricción contra ellos? —preguntó Cisco curioso.

—No tenemos pruebas. Todo se vio arruinado con lo que sucedió ayer —respondí—Además la única prueba es la cicatriz de mi frente que está por desaparecer.

—Sabes que eso no es suficiente —dijo Barry en tono burlón—Pero no es mala idea que hagamos lo mismo. Puedo pedirle ayuda a Melissa.

Caitlin y Cisco, al oír esa idea, lo miraron primero a él y luego a mí con rostro de confusión.

—¿Qué?

—Ella no sabe nuestras otras identidades —le replicó Cisco—No creo que quieras decirle todo.

—Si hace falta lo haré. No podemos dejar pasar esta oportunidad —dijo él tajante—La iré a buscar para ver cómo empezar.

Me dio un rápido beso en la mejilla y salió del cortex en su busca dejándonos a los tres, perplejos por su comentario.

—Cuando regrese, lo golpearé con un pedazo de hielo —dijo Cait mostrando una leve sonrisa de complicidad.

—¡Mami! —gritó Toby mientras corría hacia mí con su mochila.

—Hola cariño —me hinqué para darle un abrazo—¿Y tus hermanas?

—Aquí —respondió Hayley—Iremos a hacer tarea —asentí.

—Yo necesito de tu ayuda, mami —mi pequeña se acercó con su mochila de caricaturas.

Le indiqué a los chicos que me iría con ella pero que cualquier cosa que llegase a suceder con el tema de DeVoe, podían hablarme sin ningún problema.

Llevé a Lisa a mi oficina y comencé a ayudarla a sacar sus cuadernos para revisarlos, al hacerlo, me di cuenta que uno estaba repleto de dibujos que nunca había visto en mi vida y fue inevitable no preguntarle al respecto:

—Cariño, ¿qué es esto? —le mostré el cuaderno.

—Dibujos —se limitó a responder. Yo seguía sin entender—Los he hecho porque una amiga me ha enseñado a hacerlos —sonrió de manera inocente.  

—¿Una amiga? —asintió—¿La conozco? —pensó durante un segundo y luego negó.

Si al verlo esos garabatos, me dio curiosidad, ahora estaba totalmente intrigada por saber qué eran esas cosas y por la "amiga" de mi hija.

—¡Princesa! —Barry llegó de sorpresa y ella fue directo a sus brazos para cargarla—¿Cómo estás?

—Excelente.

La volvió a poner en el suelo para acercarse a mi y darme un pequeño beso.

—¿Podemos hablar? —le indiqué con la cabeza para hacerlo afuera de la oficina.

—Si quieres saber lo que he hablado con Mel...

—No es sobre eso —lo interrumpí de mala gana—Es sobre Lisa —tras escuchar su nombre, se tensó—No le sucede nada. Pero hoy ha hecho esto en todos sus cuadernos —se lo entregué para que él lo viera mejor.

—Los he visto antes —me sorprendí ante su respuesta—Pero no creo que ella...

—¿Ella qué? ¿En dónde los has visto?

—En la speedforce —dijo preocupado—Pero no es posible que ella los haya visto ahí. No sabe nada acerca de sus poderes.

—Está claro que no. Me dijo que una amiga se los enseñó —esto me había dejado de intrigar por completo, ahora, estaba un poco asustada.

Fast Enough -parte 4 | Find outDonde viven las historias. Descúbrelo ahora