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—Entonces, ¿Melissa es hija de Clifford? —preguntó Cisco con total asombro.

Lo primero que hice al llegar al laboratorio, fue en decirles a los chicos lo que me había dicho Patty el día de ayer.

—Creo que eso debemos de decírselo a tu padre. Tenemos que tener a alguien como respaldo por si algo sucede —dijo Caitlin.

—Se lo dije ayer por la noche pero le pedí que todavía no hiciera nada —suspiré en modo de frustración—Quiero que pensemos bien nuestro siguiente paso sin que pueda afectar a los niños, a alguien de ustedes o a Barry.

—Olvídate de nosotros. Nuestra prioridad son los niños y Barry —Caitlin me tomó de la mano en forma de apoyo.

—Será mejor que nos olvidemos de ese tema. Se activó la alerta metahumana —Cisco nos señaló la pantalla—Iré allá junto con Joe.

—¿No quieres que te acompañemos? —pregunté extrañada.

—No será necesario —nos guiñó el ojo mientras abría una brecha para introducirse en ella—Las veré luego señoritas.

—Creo que deberías acompañarlo. Yo estaré al pendiente de lo que suceda desde aquí —Caitlin tomó asiento enfrente del escritorio.

~*~

Llegué al lugar donde se encontraban varios oficiales y ahí se encontraba Cisco junto con Joe observando la tablet.

—¿Qué descubrieron? —pregunté mientras observaba el enorme agujero que había en el suelo.

—Creí haberte dicho que me encargaría de esto —respondió Cisco ofendido.

—Por ahora tenemos a un hombre que hizo aparecer un auto. Investigaré la matrícula para dar con él —comentó Joe obviando a Cisco.

—Ya es algo. Entonces podemos regresar al laboratorio para seguir indagando.

—Si —él sacó su teléfono y nos hizo ademán de que nos adelantáramos—Los veré allá.

Seguí a Cisco hasta un callejón poco transitado para abrir una brecha y nos introdujimos en esta.

Estando de regreso en el laboratorio, esperamos a Joe con la identidad del sujeto que habían visto.

—Chicos, Barry me habló hace rato por teléfono —los tres lo miramos entrar al cortex—Me ha pedido un favor.

—¿Qué favor? —preguntó Caitlin.

—Busca en la base de datos de la estación a David P. Ratchet —le indicó Joe. Caitlin sin preguntar, obedeció—Barry se ha hecho amigo de este sujeto quien asegura que es inocente.

—Recuerdo haber seguido la noticia —dijo Cisco tecleando en la otra computadora del escritorio—Hace 15 años, fue encontrado culpable de disparar a un guardia, pero no había ni un motivo aparente.

—¿Cómo se supone que ayudaremos al hombre? —pregunté.

—Cisco y yo nos podemos encargar del metahumano. Encontré una coincidencia de matrícula con el Chevelle —dijo Joe mientras leía en su celular—Está registrada a nombre de un infractor con antecedentes de asalto y allanamiento: Sylbert Rundine.

Fast Enough -parte 4 | Find outDonde viven las historias. Descúbrelo ahora