Pasamos la Navidad de maravilla, el Nonno y Jenni tienen una conexión hermosa; por mi parte...
Island me acaba de pedir que firme un contrato con ellos, puesto que yo ya acabé algunas canciones que empecé a escribir desde que me marché de L.A.
Me precipito y le cuento al Nonno que me voy para víspera de Año Nuevo y lamentablemente me tengo que ir de Inglaterra. Mi Nonno me desea la mejor de las suertes al igual que Jenni y ya en el aeropuerto me dispongo a crear uno de mis mejores años... EL 2018 ES MI AÑO.
Recuerdo que casi cumplo la mayoría de edad en unos cuantos días y me dan ganas de regresar a esa hermosa cabaña con el Nonno y Jenni, pero el deber me llama y no puedo despreciar esta hermosa oportunidad que me da el nuevo año.
Cumpliré 18 años, voy a firmar un contrato con Island y mi vida se ha arreglado de manera que voy siguiendo mis sueños. Ya no tengo remordimiento, tristeza o algún pensamiento loco de suicidio. Siento que cada vez más la inspiración llega a mí, y voy creando nuevos y hermosos recuerdos.
Ya no soy la misma inmadura que llegó a Sicilia en busca de ayuda, en busca de un sentido de vida. Soy ahora, un poco más madura, más enfocada, ya no tengo más planes o bueno lo que aclaré siempre fue que no quería a nadie en mi vida. Lo estoy logrando, ya no quiero a nadie más que me pueda truncar esto... La plenitud de vivir la vida al máximo.
Estamos llegando a L.A. Island me ha mandado unas cuantas personas a recogerme, conozco la ciudad, pero es importante que nadie, NADIE, se entere. Me estoy cuidando para no causar y causarme más problemas.
He aprendido de este año que las cosas se afrontan y se dicen en la cara, pero sin tener que herir a nadie, tuve que aprender a ponerle un poco de filtro a mis palabras. He reflexionado bastante sobre la repercusión de las palabras en los demás.
¡Vaya sino necesitaba este descanso! Lo necesitaba para renovarme. Necesitaba más que nadie, que la vida me diera una cachetada tamaño Jumbo para entender que no todo gira a mi al rededor.
La ciudad no ha cambiado, las luces, los apartamentos, la playa, el tránsito... Todo sigue como lo dejé. Pasamos justo frente al edificio de Gio y por suerte, los vidrios son polarizados; porque en ese momento Gio y Vic salían de ahí.
Me remuevo algo incómoda en mi asiento.
-¿Pasa algo malo?- pregunta el señor que me recogió en el aeropuerto.
-No, es que parece que la ciudad es más insegura ahora.- intento persuadirlo pero no puedo.
-En serio es que te miras pálida niña, eso no es normal de nervios... ¿Tienes miedo acaso?- ok, se dio cuenta.
-Pues yo... Es que no quiero que se enteren que estoy en la ciudad. Este lugar es algo desastroso conmigo aquí y pues hay personas que no me quieren ver ni en pintura, digamos que es algo complicado estar aquí. Por eso le ruego, por favor, que me lleve lo más alejada posible del centro; ellos me querrán buscar aquí.- sólo espero que sirva mi sincera explicación, porque en verdad no quiero ser blanco de búsquedas, no más por favor.
El señor se veía bastante confundido, pero sus ojos se apiadaron de mí. ¡Al fin alguien me entiende!
-Está bien, pero te recuerdo que nadie va a poder evitar que tu contratación esté en las redes sociales de la disquera, mucho menos que te vuelvas famosa luego de tus increíbles canciones.- encontré paz con esas palabras. Debo agradecerle a este hombre que me acaba de salvar el pellejo.
-Gracias, no se va a arrepentir. ¡Lo juro! ¿Cómo se llama? Lo siento, es que a veces o la mayoría del tiempo soy algo torpe. Soy Fiorella Giuliana Cipriano Catarelli.- extendí mi mano para que el la estrechara.
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Sin Filtro// Terminada
Teen FictionFiorella es una chica apasionada, traviesa, atenta, sociable y sobre todo SIN FILTRO. Su loca vida la hace pasar por bastantes situaciones divertidas y difíciles, pero como toda adolescente, está acompañada de sus amigos. Si te identificas en alguna...