14 de febrero.
25 de diciembre.
Primero de enero.
Esas eran las fechas que Sungmin más odiaba.
La primera era el Día de San Valentín.
La segunda, Navidad.
La tercera era el día de Año Nuevo y era también el día de su cumpleaños.
También era el día en que todo sucedió, creando recuerdos dolorosos que no quería.
Hoy no era San Valentín, ni Navidad, ni Año Nuevo, pero Sungmin se dirigía a la casa de su familia, porque era Acción de Gracias, lo que agregó otro día a su lista de "los días más odiados del año".
Era su primera visita en mucho tiempo.
Francamente, Sungmin detestaba visitar el lugar donde vivían su padre y sus hermanos.
Todo el mundo pensaba él era el hijo más amado por ser el menor, porque su padre decía que haría cualquier cosa por su precioso tercer hijo, pero todo era simplemente una mentira.
—Bienvenido a casa—.
El mayordomo sonrió suavemente mientras abría la puerta para Sungmin, que ignoró por completo el cálido recibimiento y pasó junto al sirviente.
Sungmin respiró profundamente antes de entrar en el amplio salón de la mansión, como si se estuviera preparando para una batalla.
Sentado en el sofá de lujo del salón, estaba Kangin, el segundo hijo de la familia y el director ejecutivo de la compañía.
Kangin estaba leyendo el periódico con unas gafas de montura delgada, con las piernas cruzadas, hasta que notó la presencia de Sungmin y levantó la vista.
—Llegas tarde—. Ese fue el saludo de Kangin, para un hermano menor a quien no había visto durante casi un año.
Con actitud tan fría, Sungmin sonrió. —Como si alguien me hubiera estado esperando—. Murmuró.
Luego miró alrededor del salón a través de sus gafas de sol, y abrió la boca para cambiar el tema.
—Está calmado.
—Y nos gustaría mantenerlo de esa manera, así que por favor coopera—. Kangin dobló el periódico y dejó sus lentes sobre la mesa frente a él. —No queremos más de tus molestos dramas.
—Queremos, eh—. Sungmin se burló. —Lo que aparentemente excluye a cierta persona.
Ante el comentario, Kangin miró a Sungmin con aborrecimiento.
—No lo olvides—. Gruñó, poniéndose de pie para nivelar sus ojos con los de Sungmin. —Tú eres el que se fue.
—¿Alguna vez has pensado por qué lo hice?— Sungmin respondió bruscamente con el mismo aborrecimiento en su expresión.
—La única persona que no calzaba aquí eras tú—. Kangin escupió.
—Ah sí—. Sungmin se burló mientras miraba directamente a los ojos de su hermano. —He estado aquí solo por un minuto, y ya es estoy percibiendo un ambiente de mierda.
—Suficiente.
La intervención fue de Heechul, el mayor de los hermanos y el representante de la compañía. Bajó las escaleras y se dirigió hacia sus hermanos menores, quienes guardaron silencio ante su presencia. Heechul frunció el ceño después de echar un vistazo de pies a cabeza a su hermano menor.
—Veo que todavía no has aprendido modales—. Dijo el mayor con voz dura. —Quítate las gafas de sol cuando estás adentro.
Sungmin apretó los dientes para contener cualquier réplica y se quitó las gafas de sol como le pidieron.
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En busca de un faro {KyuMin} [TRADUCCIÓN]
FanfictionKyuhyun y Sungmin están desesperados. Desesperados de amor. Desesperados de vida. Desesperados por una esperanza. Una luz. ¿Qué harán para encontrarla? ¿Dónde la buscarán? ¿En quién confiarán?