Deseó que el mañana nunca llegara.
Pero llegó.
Durante toda la noche, rezó para que todo fuera una pesadilla.
Pero no lo era.
La realidad era obstinada y oscura.
Nada le importaba.
El dolor en la noche fue insoportable, pero en la mañana fue peor.
El dolor de cabeza que sufría, no era ni por asomo la mitad del dolor que sentía en su colapsado corazón.
Las lágrimas no se secaban y los recuerdos de la noche anterior lo atormentaban cada maldito segundo.
Primero, fue un shock.
Después quedó el desconcierto.
Siguió la negación.
Después la ira.
Hubo añoranza.
Y después locura.
Los trozos rotos de su amor eran demasiado afilados como para aferrarse a ellos.
Aun así, la mañana estaba allí.
Por cuánto tiempo estuvo de pie frente a la puerta de su apartamento, Kyuhyun no lo sabía.
Si Sungmin todavía estaba dentro o ya se había ido, tampoco lo sabía.
Necesitaba ver con sus propios ojos para convencerse de que aquello realmente estaba sucediendo.
Al mismo tiempo, era lo último que quería hacer.
Estaba nervioso.
Bajó las escaleras y retrocedió dos veces, caminó de un lado a otro delante de la puerta durante más de media hora, suspiró tembloroso cientos de veces.
Agarraba el pomo y soltaba, luego lo apretaba de nuevo solo para soltarlo otra vez.
¿Y si Sungmin lo miraba con odio?
¿Y si lo trataba como un extraño?
¿Y si él actúa como si Kyuhyun no existiera?
¿Y si no estaba ahí?
¿Y si estaba llorando?
¿Y si se hacía daño a sí mismo?
No... pensó Kyuhyun, mientras sacudía la cabeza frenéticamente y abrió la puerta de golpe.
Entró en el apartamento y se detuvo ante el ambiente familiar, aunque de alguna manera desconocido.
El caballete y la pintura del océano negro estaban en el salón, solos, sin Sungmin.
Cuando se dio cuenta de que Sungmin podría no haber empacado sus cosas y no se había ido todavía, Kyuhyun se apresuró a quitarse los zapatos y se dirigió al dormitorio.
Luego, a mitad de camino, se congeló.
Había sonidos saliendo de la habitación.
Y, sin duda, golpearon el corazón de Kyuhyun hasta el suelo sin piedad.
Jadeos, gemidos ásperos a su alrededor.
Kyuhyun no era tonto.
Aunque, las dos personas en la habitación no eran muy discretos.
Increíble.
Kyuhyun intentó dar un paso adelante, pero perdió toda fuerza y equilibrio, se apoyó en una silla.
La silla cayó contra el piso e hizo un chillido audible, a Kyuhyun no le importó una mierda si en la habitación lo escucharon o no.
Sungmin lo escuchó.
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En busca de un faro {KyuMin} [TRADUCCIÓN]
FanfictionKyuhyun y Sungmin están desesperados. Desesperados de amor. Desesperados de vida. Desesperados por una esperanza. Una luz. ¿Qué harán para encontrarla? ¿Dónde la buscarán? ¿En quién confiarán?