En busca de un faro {KyuMin} [TRADUCCIÓN]

Parte II: Presente - Capítulo 58 (Final)

A Sungmin le tomó un día completo decidir visitar la tumba de su madre con Kyuhyun.

Todos los demás miembros de la familia conocían la relación entre Sungmin y Kyuhyun. Su madre, por supuesto, tenía derecho a saber; ella era la persona que más amaba.

Eligieron un día perfecto para hacer la visita, los rayos de sol acariciaban la colina donde estaba enterrada su madre. La suave brisa rozaba la hierba soplando pétalos de flores dando un toque cálido a todo el lugar.

Sungmin dejó una flor blanca frente a la lápida de su madre y se sentó sobre sus rodillas.

Kyuhyun estaba de pie detrás de él, dándole a Sungmin algo de tiempo y espacio para hablar primero con su madre.

—Hola, mamá—, comenzó Sungmin en voz baja. —Soy yo. ¿Cómo estás? Me alegra que hoy haga buen tiempo. Espero que no haga demasiado frío donde estás.

Bajó la mirada y se quedó quieto por un instante. Estaba buscando las palabras correctas, pero no podía encontrar mejores que las que hasta ahora habían estado resonando su cabeza.

—En realidad, mamá... —murmuró. —Estoy aquí para despedirme. Me iré a Francia en un par de días. Pero volveré a visitarte siempre que pueda, por supuesto no será tan frecuente. Solo quería decirte que no estés tan triste. No te sientas sola, siempre pensaré en ti no importan a donde vaya.

Levantó la cabeza otra vez y dibujó una pequeña sonrisa.

—Estoy siguiendo mi sueño, mamá. ¿Recuerdas cuando papá y yo tuvimos una pelea por que le dije que quería ser artista? Llegaste a mi habitación esa noche y me dijiste que apoyabas mi sueño. Bromeaste una vez que sería maravilloso ver una de mis pinturas exhibidas en el Art en Capital del Grand Palais. Bueno mamá, me voy a París. Realmente está sucediendo, ya no es una broma. Trabajaré duro, llevaré mis pinturas al Art en Capital y te haré sentir orgullosa.

Sungmin hizo una pausa por unos segundos. Dudó un poco, pero ya se lo había dicho una vez cuando se despidió de ella en el hospital, por lo que no fue demasiado difícil.

—¿Recuerdas que te conté sobre Kyuhyun? —continuó con una voz tranquila y suave. —Iré a París con él. Estamos siguiendo nuestros sueños juntos. Papá, Heechul y Kangin, lo saben. Así que quería decírtelo a ti también.

Sus ojos estaban llenos de lágrimas, pero extrañamente, no se sentía triste en absoluto. Estaba sonriendo, su corazón estallaba con algo que nunca había sentido antes.

—Quería presentártelo. Lo traje aquí conmigo hoy.

Así que a esto sabía la libertad.

—Estoy seguro de que te agradara.

Sungmin se dio la vuelta y extendió su mano hacia su novio.

Kyuhyun respondió agarrando la mano de Sungmin y dando un paso adelante. Después de intercambiar una sonrisa cálida con Sungmin, se arrodilló junto a este para hacer una profunda reverencia frente a la lápida.

Lentamente levantó la cabeza y habló tan sincero como Sungmin.

—Hola, señora Lee. Mi nombre es Cho Kyuhyun —comenzó. —Soy el novio de su hijo. Lo siento, debería haberla visitado antes.

Sostuvo la mano de Sungmin con fuerza, inhaló una vez y continuó con lo que quería decir.

—Estoy aquí para hacer una promesa, señora Lee—, dijo enfático. —Sé que será difícil llenar el espacio vacío que dejó en el corazón de Sungmin, pero prometo que haré lo mejor que pueda.

Su corazón latía más fuerte con cada palabra que pronunciaba.

—Prometo permanecer junto a él en sus mejores y peores momentos, prometo que nunca haré nada para lastimarlo. Lo protegeré pase lo que pase, como él lo ha hecho conmigo. Lo amaré y haré que sea la persona más feliz del mundo, así que no se preocupe. Por favor descanse en paz.