En busca de un faro {KyuMin} [TRADUCCIÓN]

Parte I: Hace dos años- Capítulo 13

—¿Por qué?— Preguntó Sungmin en voz baja, inclinándose hacia el asiento del conductor y en el hombro de su novio.

Habían terminado su almuerzo, tenían alrededor de una hora hasta que Kyuhyun tuviera que regresar a la oficina. Con los asientos inclinados hacia atrás, sus dedos entrelazados, descansando uno al lado del otro, disfrutaban de la lenta y soleada tarde.

—¿Hmm?— Kyuhyun miró a Sungmin.

—¿Por qué mi sueño te recuerda a esa pintura?

Sungmin no sabía qué respuesta estaba buscando. Si estaba esperando que Kyuhyun pensara lo mismo que él, o si se estaba preguntando si Kyuhyun entendería sus complejidades; sólo quería escucharlo de la voz de Kyuhyun. Cualquiera que fuera la respuesta, la quería escuchar.

Después de pensarlo un minuto, Kyuhyun dejó escapar un suspiro.

—Supongo que es el mar—. Murmuró. —¿Recuerdas que una vez dije que el mar en esa pintura parece que está esperando a que aparezca algo de luz? Bueno, soñaste que estabas sentado en la playa, buscando un faro, y ahí es probablemente donde encontré la conexión.

Sungmin miró a los ojos de Kyuhyun durante un largo tiempo, sin habla.

Un muy, muy largo tiempo, hasta que su corazón se encogió de un dolor inexplicable.

—Es frustrante—. Dejó escapar, como si estuviera escupiendo el dolor.

—¿El qué?— Kyuhyun apretó inconscientemente la mano de Sungmin.

—Todo—. Sungmin apretó sus dientes, mirando sus propias manos que habían estado pintando con negro. —Es tan jodidamente confuso, y ni siquiera sé por dónde empezar. No puedo averiguar cómo, porque todo es un caos.

—Min, ¿de qué estás hablando?— Kyuhyun acercó a Sungmin, preocupado por el abrupto cambio de humor de este último.

—Mierda, no lo sé—. Irritado, Sungmin apartó el cabello de su frente. —Me estoy volviendo jodidamente loco. Quizá sí que necesite ver a un psiquiatra.

—Sungmin, dime qué está mal—. Kyuhyun intentó un contacto visual con su novio, quien persistió en evitarlo.

—Bueno, según ellos, yo soy el que está mal—. Sungmin dejó escapar una risa, aunque su voz tembló un poco, Kyuhyun no estaba equivocado.

—¿A quién te refieres con ellos?

—A todos.

Con el último comentario lleno de pesar, Sungmin trató de alejarse de Kyuhyun con enojo, pero este último no lo soltó tan fácilmente. Hubo una breve lucha, pero la tercera vez en que Sungmin lo intentó y no pudo, se dio por vencido, cayendo en los brazos de Kyuhyun.

—Dime qué pasó—. Susurró Kyuhyun en el oído de Sungmin.

—No pasó nada—. Murmuró Sungmin. —No pasó nada.

Kyuhyun atrajo a Sungmin más cerca, y en ese preciso momento, algo explotó en Sungmin.

—Ese es el problema—, dijo. —Nada está pasando y ellos quieren que yo haga que algo suceda... Es lo que ellos quieren, no lo que yo quiero. Pero si hago lo que yo quiero, no dejo de pensar que no es lo correcto, porque no es lo que quieren... quiero hacer lo que yo quiera, pero ahora ni siquiera sé qué demonios es lo que quiero...

Era la primera vez que Sungmin soltaba todo lo que había en su mente. Kyuhyun nunca le había escuchado hablar de eso, ni siquiera cuando Sungmin había admitido el haber besado a otro hombre en el club.

Perforó su corazón más profundo de lo que probablemente debería.

—Escucha, Min—. Comenzó Kyuhyun con cuidado. —Correcto o no, es sólo otra palabra más. Nadie puede decir con seguridad si alguien está actuando bien o no, no hay una respuesta correcta. No voy a decir que tienen razón, porque tampoco lo sé, pero lo que deberías recordar es que yo nunca he pensado que estés equivocado.