Ayúdame a reparar tu corazón；YoonTae／TaeGi

《 Como si no nos bastasen los gritos de cabra salvaje 》

29 de Diciembre

» Kim TaeHyung:

—No hacía falta que nos acompañaseis a la estación... — Les dice YoonGi a sus padres desde el asiento trasero del coche.

—¡No voy a ver a mi niño en...! — Sook se queda en silencio contando mentalmente, mientras todos la observamos en silencio. Al final, supongo que se rinde. — ¡...mucho tiempo! — YoonGi se ríe con sus fosas nasales y se cruza de brazos. — ¡Déjame al menos disfrutar de esto! — YoonGi levanta las manos en señal de rendición. — Que solo he logrado ver a mi niño una semana.

—¡Vale, vale! — Al bajar los brazos se gira hacia la ventanilla.

NamHyo conduce, Sook va a su lado y en la parte trasera vamos YoonGi, yo y JungKook, en ese orden.

—Será extraño que no estés en casa. — Le digo a JungKook.

—Tú tranquilo, que vendré seguido a molestar. — Me responde con felicidad.

Y entonces el coche se queda en silencio, de no ser porque Sook se apodera de la radio y la pone tan alta, que no soy capaz ni de escuchar mis pensamientos. A pesar de eso, no puedo evitar empezar a gritar las canciones que pone, al igual que ella y Hyo, mientras que JungKook y YoonGi nos gritan que nos callemos.

—¡MIS TÍMPANOS! — Nos gritan miles de veces al ver que no nos vamos a callar en ningún momento.

Media hora de "cáncer de oídos" -o así lo han llamado JungKook y YoonGi- después llegamos a a la estación, dónde por desgracia, nuestro tren está a punto de marcharse.

Intento deshacerme de Sook, que no para de repetirme una y otra vez que vuelva cuando quiera, que le ha agradado mucho mi presencia y miles de cosas parecidas.

YoonGi se ha ido a recoger su maleta del coche, porque sí, Min YoonGi se la ha dejado justo cuando apenas hay tiempo de respirar.

Miro por todos los lugares ansioso, sin ver esa cabellera verde por ningún lado. Por megafonía anuncian el que será el último anuncio antes de la salida del tren directo a Seúl.

¿¡DÓNDE DEMONIOS ESTÁ ESE BONGO!?

—¡CORRE HIJO DE TU PUTA MADRE!

Y antes de que me de cuenta de lo que sucede, una mano toma la mía con fuerza y me obliga a correr más rápido que Flash, librándome al fin de la larga despedida de Sook.

—¡Y-YoonGi Hyung! — Grito soprendido con su rapidez.

—¡Ahora no TaeHyung! — YoonGi tira más fuerte de mi mano y ambos corremos aún más deprisa, causando así que me de cuenta de una pequeña bolsa morada que se mueve de un lado a otro colgada de su brazo.

Bajamos y subimos todas las malditas escaleras que nos han puesto por el camino y justamente cuando la puertecita del tren estaba a punto de cerrarse...

—¡Y UNA MIERDA! — YoonGi me da un último estirón y de milagro entramos ambos.

Y, de verdad, que le jodan al destino y a quién decida mi torpeza porque,¿¡Por qué tengo que volver a caerme sobre él!?

A pesar de eso ninguno de los dos se mueve, se vuelve rojo o algo, pues estamos tan cansados y tan muertos del esfuerzo que nos vale. Nuestras maletas están esparcidas por todo el vagón y yo estoy sobre el pecho de YoonGi jadeante y sudoroso, al igual que él.

Todas las personas del tren nos miran, señalan y cuchichean. Pero la verdad es que nos vale entre nada y una basura.

YoonGi alza los brazos victorioso.