《 Tampoco te flipes, Abuelo Cebolleta 》

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» Kim TaeHyung:

Mojo el algodón en agua oxigenada y con cuidado lo voy poniendo sobre los nudillos de YoonGi, causando unos pequeños quejidos por su parte.

—Ya casi está. — Le digo concentrado en lo que hago. YoonGi no responde.

—El médico podría haberlo hecho. — Comenta YoonGi. — ¿Entonces..?

—Te lo debo, eso es todo. — Lo corto bañando de nuevo el algodón.

Tras dejar a Ryu inconsciente y tener que llamar al hospital por ello, llamamos a la policia y al parecer el hecho de que tenga marcas en mis brazos por culpa de su agarre y marcas en el cuello por sus guarrerías no son suficientes pruebas como para detenerlo. Que asco de policía en serio. Supongo que el que YoonGi le haya dejado la cara hecha un cromo quita creedibilidad en que yo sea la víctima.

Lo único bueno de todo esto es que no van a detener a YoonGi.
No, yo tampoco entiendo la lógica.

—Nosotros ya nos retiramos. — Nos dicen los oficiales de policía antes de dar una pequeña reverencia y marcharse.

De nuevo, YoonGi y yo nos quedamos solos.

—Tú te peleabas mucho en la escuela,¿verdad? — Le digo poniéndole curitas sobre las heridas.

—¿Cómo lo sabes? — Una triste y apagada risa se escapa de entre mis labios.

—Tienes viejas cicatrices en tus nudillos, además de que los puñetazos que le has dado no eran precisamente de principiantes... — Tiro los plastiquitos de las curitas y guardo las que sobran en el Kit. —  Ya está.

—Gracias. — YoonGi cierra y abre su puño en el tiempo en el que recojo las cosas. — Eh, no, espera. — Paro de recogerlo todo al ver como YoonGi me lo arrebata de las manos. — Ahora me toca a mí.

—Pero Yoon-

Pero el escozor que me produce el agua oxigenada me calla al instante.

—Defendía a JiMin y a otros chicos de los abusones. — Me explica mientras me baña la herida de mi frente. — Los profesores no hacían nada y a pesar de que casi me expulsan medio millón de veces, no me arrepiento en lo absoluto.

—Ya veo...

Bajo mi mirada a mis manos y empiezo a jugar con mis dedos mientras YoonGi sana mis heridas.

—Mírame. — Me pide alzando mi cabeza hacia él.

Y por primera vez desde todo lo que ha sucedido, me atrevo a mirarlo a los ojos y sé, como bien había dicho antes, que esos besos y esas sensaciones que hemos compartido antes, se van a quedar en ese vagón de la noria.

Y que por algún motivo, eso me duele como mil demonios.

—Tendría que haberle pegado con mucha más fuerza. — Piensa en voz alta mientras me limpia la mejilla.

Sin poner un mínimo de fuerza en ello, le pego en el muslo.

Mientras él se concentra en mi herida yo me atrevo a mirarlo directamente.

—Siento mucho haberte besado. — Me dice.

—¿Qué? — He sonado más sorprendido de lo que pretendía.

YoonGi no me mira y sigue concentrado en sus cosas.

—Es por eso que sufriste un ataque de ansiedad,¿verdad? — Aún que no lo demuestre, puedo notar un leve dolor en sus palabras.

—S-sí pero...

YoonGi traga con fuerza y corta las vendas de mi muñeca.

—No volverá a ocurrir, tranquilo. Fue solo el momento. — Levanta la mirada hacia mí. — ¿Estamos bien?

Ayúdame a reparar tu corazón;YoonTae/TaeGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora