Ayúdame a reparar tu corazón；YoonTae／TaeGi

《Como decía,os he arreglado a todos,fetos mal paridos inmunes a los abortos》

» Kim TaeHyung:

Cuando Jin dice que nos va a llevar a la peluquería a por un cambio de imagen, es que vamos a ir a la peluquería a por un cambio de imagen.

Y ya puedes destrozar el suelo con tus uñas al intentar resistirte que eso no le va a imporar un pimiento.

Puedes tener diarrea o parecer una manguera rota, que te llevará.
Ni se te ocurra dudar de eso.

—¿Es esto estrictamente necesario? — Se queja YoonGi a mi lado por millonésima vez.

—SÍ. — Y por millonésima vez también, BaekHyun -el estilista y jefe de Jin- y Jin Hyung le golpean a la vez con un buen zape y salpicando por todas partes debido al tinte en sus manos.

—No entiendo porqué te quejas. — Le dice Jin pasándome el tinte por todo el pelo con algo de agresividad.

—Quizás se debe al hecho de que estaba tan agusto y tranquilo en casa hasta que llegaste con la fuerza desorbitada de NamJoon y nos arrastrasteis hasta aquí a los tres.

—Yo no tengo nada de que quejarme. — Comenta JungKook a mi lado derecho con papel de aluminio en la cabeza y haciendo ruidos extraños al pulsal los botoncitos de su nueva consola -ese ha sido su chantaje para que viniese aquí también-.

Yo simplemente leo la revista entre mis manos mientras intento distinguir todo lo que sucede a mi alrededor, debido a que sin mis gafas no veo tres en un burro.

—Ya verás YoonGi Hyung, que estarás hermoso al terminar. — Le dice JiMin a su lado y ojeando una revista de idols.

—¿Eso significa que antes no lo estaba? — Le pregunta él con curiosidad.

HoSeok se asoma hacia delante para mirarlo.

—Efectivamente. — Y YoonGi, obviamente no ha podido resistirse a lanzarle una revista a la cabeza.

—Pues yo creo que estaba hermoso antes y lo estará luego, hasta me atrevería a decir que es incluso sexy. — Suelto sin dejar de leer la revista.

Y no es hasta que siento todas las miradas clavarse en mí, que me doy cuenta de lo que acabo de soltar por mi hermosa boquita.

Levanto lentamente la cabeza hasta verme reflejado en el espejo y ver a Jin mirarme con asombro, como todos.

JiMin es el primero en aclararse la garganta para finjir que lo que acaba de pasar no ha pasado y gracias a Dios, todos le siguen y nadie dice nada.

—¡Traje cafeína~! — Exclama NamJoon entrando por la puerta con varias cajas del Starbucks en las manos.

Y como si se tratase del Padrino, JungKook, JiMin, HoSeok, YoonGi y yo nos giramos a la vez con las sillas lentamente y con las piernas cruzadas.

—¡Ya era hora! — Le regaña Jin tomando una de las cajas y repartiendo el contenido. — ¿Se puede saber porque has tardado tanto?

—¡No es mi culpa que los del Starbucks sean más lentos que una tortuga asmática! — Se defiende NamJoon recibiendo una mirada de desaprobación por parte de Jin.

Tras repartir toda la cafeína y poner y quitar algunos tintes, Jin da varias palmadas para captar toda nuestra atención, que en esos momentos se ha concentrado básicamente en los cafés más caros que la vida de la escritora.

—Seguramente os preguntaís que está sucediendo aquí, por qué he cogido vuestras caras de oler mierda y las he transformado en obras de arte hechas por dioses...

—Tampoco te flipes.

—Cállate YoonGi. — Jin se aclara la garganta y recupera su buena aura que se ha transformado en agresividad cuando YoonGi ha abierto boca. — Como decía, os he arreglado a todos, fetos mal paridos inmunes a los abortos, porque esta noche, sí, ESTA NOCH-