Ayúdame a reparar tu corazón；YoonTae／TaeGi

《 Capaz es de meterme el palo por lugares que no debe 》

» Kim TaeHyung:

—Ten. — Al ver mi estado, YoonGi me entrega una bebida caliente. La tomo con mis temblorosas manos y le doy un pequeño sorbo.

—¿Es leche? — Le pregunto con los ojos entrecerrados y una voz ronca. Literal, me siento como la peor mierda del mundo.

—No, mi semen. Bebe. — Levanto la cabeza hacia YoonGi lo máximo que puedo.

—Es broma,¿no? — YoonGi no dice nada, solo me quita la taza y me da otra.

—Ahora sí.

Si no fuese porque siento que mi cabeza va a explotar, le habría metido una patada que lo dejo estéril.

—Imbécil... — Maldigo con la taza pegada a mis labios. Veo como YoonGi bebe de la taza que antes tenia entre manos.

—Las dos llevaban leche caliente, idiota. — Me dice burlón.

Como predije, la mezcla de resaca tardía y el resfriado por culpa de la bendita fuente y el obrero que la contruyó, tengo fiebre y la cabeza como un bombo a punto de estallarme.

YoonGi, como buen compañero de piso que es, ya se ha encargado de golpear una olla con una cuchara cerca de mis oídos.

Este hombre hecha ternura y amor hasta por los poros,¿verdad que sí?

Al terminarme la bebida, le devuelvo la taza y YoonGi me entrega la pastilla de Paracetamol que me trago como un caramelo.

—Ya volverás a hacerlo.

—¿A que te refieres? — Le pregunto curioso. — ¿A beber?¿No dormir?¿Ser un despistado?

YoonGi me revuelve el pelo.

—A todo. — YoonGi mira el reloj de su muñeca y bufa. — Me voy a trabajar, Jin vendrá a cuidarte.

—¡Ya dije que no hace falta! — Le reprocho tambaleándome. Jin es la última persona que quiero que venga a cuidarme, básicamente porque de seguro me ataca con lo que traté de evitar ayer.

—Y yo que te vayas a dormir y descansar. — Me regaña tumbándome en la cama y tapándome con mi manta. — Duerme, cabeza hueca.

Gruño molesto y YoonGi se ríe de mí.

—Tienes fiebre, así que por favor no te esfuerces mucho antes de que llegue Jin.

—¡Estoy enfermo y tengo resaca, no soy una muñeca de porcelana! — Protesto con la manta cubriéndome hasta la cabeza.

—El caso es el mismo. — Me responde colgándose su maleta en la espalda. — Regresaré sobre las diez, procura no morir antes.

—¿Te estás preocupando por mí~? — Bromeo con algo de esperanza. YoonGi abre la puerta de casa.

—No, me preocupa el terrible olor que dejará tu cadáver. — Con la poca fuerza que poseo le lanzo un cojín, con la mala suerte de que cierra la puerta antes de que le de en toda la cara como mi mente privilegiada tenía planeado.

YoonGi grita algo que supongo es una despedida y yo me quedo de nuevo solo, mirando las manchas del techo y con la mano sobre mi pecho.

No sé si es bueno o no que se me de tan bien fingir que no siento nada romántico por él.