ANTES - XXVIII ; Counting Stars

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-¿Acaso eres imbécil Harry?-Preguntó Kara desde la otra línea.

-Lo siento, se me fue de las manos-Respondí sin ánimos de defenderme, era demasiado tarde para enfrentar una pelea.

-¡Por su puesto!-Exclamó-¡Hiciste lo que quisiste, me desobedeciste y por esa razón el maldito plan cambió!

-Tampoco exageres de esa manera-Solté-¿Acaso no es bueno tener su confianza hasta dicho punto?

-Te dejé claro lo que debías hacer con exactitud-Habló enfadada-Entrar a su vida, ganar su confianza y vaciar sus cuentas-Suspiró-¡¿En qué parte de aquello te pedí que la besaras?!

-Yo... me equivoqué ¿Bien?-Hice una pausa-Pero puedo generar aún más confianza si logro que se enamore de mí.

Aparqué mi auto en aquel lugar.

-Quiero que escuches bien lo que te diré, Harry-Habló-Quiero que enamores a Margot, quiero que quede destrozada, quiero acabar con ella, quiero que se acaben sus ganas de vivir y...

-Lo comprendí.

Un silencio se hizo presente entre nosotros.

-No te muestres junto a ella frente a ningún miembro cercanos a su círculo, ni siquiera conmigo-Ordenó-Me encargaré del dinero. Para cuando esto termine, los Muttone no existirán y nuestros bolsillos estarán repletos de su fortuna.

-De acuerdo-Aseguré mientras abandonaba mi vehículo.

-Oh y Harry-Dijo Kara-Prohibido mezclar tus sentimientos con esto, recuerda que aún eres mi novio.

Finalicé la llamada, abandoné mi vehículo y caminé durante unos minutos hasta llegar a mi destino. Aquel sector era privado, el ingreso a personas ajenas al círculo socio-familiar estaba terminantemente prohibido.

Afortunadamente el tiempo que pasé vagando por las calles me sirvió para hacerme de numerosos contactos, y el ingresar a un sector privado no era dificultad para mí.

El pequeño crujido de hojas secas, el cantar de los grillos y el espeluznante sonido del silencio. Aquello resultaba aterrador, y el visitar un cementerio durante altas horas de la noche no era uno de mis hobbies favoritos, pero necesitaba hacerlo.

Un enorme monumento, el primer cuerpo en la cripta familiar. Por supuesto, los lujos los mantendrían aún muertos. Me acerqué unos pasos y lo vi.

"Maddox Muttone

1992-2013.

Te extrañamos y recordamos, siempre. Tu esencia permanece intacta en nuestros corazones.

Con amor, tus hermanos Morrison y Margot. Y padres, Memphis y Francesca.

El dolor de haberte perdido no opacará jamás la alegría de haberte tenido con nosotros."

Aquella lectura en su lápida me generaba escalofríos, oír su maldito nombre me hacía retorcer. Maddox había sido una piedra en nuestro camino, un obstáculo que debíamos quitar del medio para continuar con nuestro plan. El muchacho sufrió las consecuencias, lo que no significó que las merecía.

Gran parte del tiempo que había pasado con Margot, se había encargado de hacerme saber lo buena persona que su hermano era, lo mucho que lo amaba y extrañaba, la estupenda relación que mantenían, y la ruptura que había generado su partida entre los miembros de su familia.

La muerte de Maddox había marcado a cada uno de los miembros de la fortaleza Muttone, tal y cual lo habíamos planeado.

Francesca abandonó a su familia y se mudó a Sídney, produciendo el segundo quiebre. Aquello fue letal para Morrison, quien ante las duras situaciones que atravesó, abandonó sus estudios y se adentró en el mundo del alcohol y las drogas. Todo aquello estaba sumamente calculado, Kara y yo nos encargamos de propinarle un distribuidor que le diese todo lo que el necesitase.

FOUND | H.S |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora