FOUND | H.S |

DESPUES - XXI ; Limbo.

ATENCIÓN: A partir de este capítulo, la historia será narrada desde el punto de vista de Harry Styles y en la variación de tiempo ANTES-DESPUES. LA HISTORIA SIGUE SIENDO NARRADA EN TIEMPO PASADO.

Espero no tengan ningún inconveniente a la hora de entender, y disfruten del comienzo del fin.

PD: Releer el final del capítulo Shot out! si es necesario para comprender este.

-Harry-Pronunció aquella dulce voz, llamando mi atención.

Sabía perfectamente de quién se trataba.

Hice un gran esfuerzo por abrir mis ojos, pero me resultaba imposible.

-Harry-Soltó nuevamente y sentí como dejaba una leve caricia en mi rostro.

Con gran dificultad logré abrir mis ojos lentamente, una cabellera castaña alejándose de mí fue lo único que logré divisar. Casi por inercia me puse de pie y emprendí mi trayecto siguiendo sus pasos.

-¡Harry vuelve a tu lugar!-Exclamó.

Observé a mi alrededor, no sabía dónde me encontraba. Todo era demasiado surrealista, las paredes a mi alrededor se encontraban manchadas de rojo, caminaba por un angosto pasillo iluminando por una insignificante luz muy a lo lejos de mí, y tras bajar la mirada me percaté que llevaba puesto un uniforme de recluso.

-¿Qué demon...

De repente un fuerte estallido captó mi atención por completo. Y un grito ensordecedor hizo eco en las paredes de aquel espantoso lugar.
Corrí rápidamente hacia adelante, tampoco tenía otra opción, cada vez que volteaba veía como a mis espaldas todo se oscurecía cada vez más y más.

No sabía dónde estaba, ni a causa de que me encontraba allí, pero estaba completamente seguro que aquello era una maldita locura.

-¡¿Hola?!-Grité fuertemente-¡¿Hay alguien ahí?!

No obtuve respuesta alguna.

-¡Se que no estoy solo, mierda!-Exclamé.

-¡Shhhhhhhhhhh!-Me silenció-Van a encontrarme, Harry.

Aquella voz... era su voz. Tan dulce, pronunciando mi nombre como nunca antes lo había hecho.

Comencé a buscarla con desesperación, y a pesar de que la presencia de tan poca iluminación dificultó mi labor, lo hice. La encontré recostada junto a una pared, temblando y con su ropa toda desgarrada.

-¿Qué está sucediendo?-Pregunté mientras le ofrecía mi mano para ponerse de pie.

No respondió. Pero aceptó mi mano y al tomar contacto con su piel, pude sentir el frío que se apoderaba de su cuerpo.

-¡Maldita sea, te estas congelando!-Solté tratando de capturarla entre mis brazos para brindarle algo de calor.

Pero fiel a su instinto, se alejó de mi velozmente mientras negaba con su cabeza repetidas veces.

-No siento frío, Harry-Informó antes de continuar su camino hacía delante.

-Ahora me llamas Harry- Pensé, en voz alta por supuesto, provocando que volteara hacia mi.

Un rayo de luz iluminaba su rostro, me sobresalté al observarla con atención. Había perdido peso, las bolsas debajo de sus ojos eran casi tan grandes como solían ser sus mejillas, su cabello se encontraba enmarañado y su tez se había tornado grisácea.

Ella lucia moribunda.

-Ese es tu verdadero nombre-Soltó, sus ojos cansados me observaban con la misma dulzura que lo habían hecho años atrás- O prefieres que te llame Eddie.