M: Julieta, amor es tarde...
Julieta: Oh Mamá!! ya voy
M: Bueno... apúrate no querrás llegar tarde
J: De hecho sí la verdad no quisiera seguir llendo a la escuela
M: Pero hija ya te he dicho que esos ignorantes ya dejarán de tratarte mal
Esta era otra típica mañana de Julieta Jones, su mamá como siempre dandole ánimos para que vaya a la escuela. Además de ser hija de uno de los abogados mas celados y ricos de Nueva York, era muy inteligente, no como un doble de Albert Einstein, sino que tenía la facultad de aprender todo muy rápido.
(Narra Julieta)
Otra vez tenía que levantarme, por que no simplemente una noche dejaba de respirar y así acaba todo esto, quisiera que pasara, ruego , imploro, porque suceda, pero tampoco puedo quedarme todo el día en mi casa, sin hacer algo para poder mantenerme en el futuro.
Como siempre me puse unos jeans flojos, una playera tipo polo y una polera, cepillé mis dientes y amarré mi cabello en un intento de chongo, puse mis lentes hipsters sobre mis ojos, me miré al espejo como todas las mañanas y pensé:
¿Por qué este maldito acné no deja de salir y me deja en paz?
Pero bueno no puedo hacer nada. Solo esperar.
Tomé las llaves de mi jetta y decidí irme. Llegué al estacionamiento, estacioné mi carro :) y salí de él.
Comencé a caminar por el estacionamiento para poder llegar a la puerta del edificio principal, como siempre allí estaba ella, la bruja más bruja que pueda existir en el mundo. Amber.
Se creía mucho solo porque su padre también era un grandioso abogado, no tanto como mi padre claro. pero incluso el también era muy reconocido, desde que su padre le ganó en uno de los casos a mi padre me molesta, la verdad es que intento no hacerle mucho caso pero ella siempre me humilla e intimida.
La verdad es que no sé si me lo imagino y puso un puqueño top en sus piernas , dejandole ver la mitad de su trasero, o lo confundió, pero eso le gustaba y atraía la atención de los chicos del equipo de fut, pero pues así era Amber.