Después de resolver los problemas de donde iba a quedarme durante mi estadia en Nueva York, pude descansar tan siquiera un poco, e ir con mis padres ya que no los había visto desde que llegue aquí.
En fín, me propuse a recordar donde quedaba su casa, así que puse mi auto en marcha y empezé a conducir, calle por calle hasta que por fín pude hallar la casa.
Bajé de mi auto, y caminé hasta llegar a la puerta de la casa de mis papás, toque una, dos, tres veces, hasta que por fín me contestaron y se escuchó la voz que parecía ser de mi madre.
M: Ya voy… -Abrió la puerta-
J: Hola mami, ¿Cómo has estado?
M: Julieta, mi amor, ya llegaste…
J: Sip, madre aquí estoy, ya sabes, grande, y completa -me interumpe-
M: ¡¡¡¡George!!!, ven, ya llegó tu hija, hay amor no sabes cuanto te extrañé, quiero que me cuentes todo de tu vida, como te ha ido, como es tu casa, todo lo que pasó con Austin, acerca de Melissa, lo que haces en tu trabajo y ¿cómo te fué en el viaje?
J: Am yo también te extrañé, me ha ido bien en la vida, mi casa es grande y acogedora, con Austin no funcionaron las cosas, me engañó; am Meli sigue siendo mi mejor amiga y se debe de estar divirtiendo mucho en España, en el trabajo me encargo de resolver los problemas legales de otras personas y el viaje fué un poco estresante.
M: George apúrate!!!!
J: Al parecer las cosas siguen iguales aquí... Am y cuando se irán???
M: Mañana, ya tenemos todo listo...
J: Mmmmmm... okey; y por fín baja papá
P: Mi niña hermosa, por fín te veo...
J: Ow papi, yo también por fin te veo, te extrañé mucho.
Casi toda la tarde estuve platicando con mis padres, los extraño la verdad, pero ya estoy un poco acostumbrada, hoy me quedaría a dormir con ellos, así que entré a mi antigua habitación, estaba tan dormida que no me dió tiempo de observarla, así que me tiré en la cama y caí en un profundo sueño...