Año cinco: El príncipe cautivo.

28.5K 1.7K 1.2K
                                    

Se sentó a la orilla de su cama con un dolor de cabeza tan intenso que era casi imposible controlarlo. La habitación estaba a oscuras, como siempre, y solo un rayo de luz se colaba por la ventana que se encontraba cubierta con la más gruesa de las cortinas que había podido encontrar en el número doce de Grimmauld Place. Aquel rayo de luz golpeaba directamente sobre su rostro e iluminaba de manera siniestra su ojo derecho que, como la esmeralda, resplandecía a la luz como el más mágico de todos los objetos existentes. Eran hermosos, pero reflejaban furia y peligro inminente. Harry Potter era un peligro inminente.

Sujetó su cabeza entre sus manos y se inclinó hasta que esta tocó sus rodillas. Sentía que el casi nulo ruido de la habitación le reventaba los sentidos y le hacía sangrar por dentro. La cicatriz punzaba, ardía, dolía como un crucio bien hecho, pero el dolor físico era nada comparado con la sensación que le había dejado el sueño del que acababa de despertar y que hubiera preferido no tener nunca. Aquella visión tan desagradable de Tom Riddle quién parecía tan fascinado como el mismo Harry con Draco Malfoy.

No era la primera vez que tenía esas visiones y estaba seguro de que no sería la última vez. Desde que Voldemort había recuperado todo su poder mágico y un cuerpo físico propio las visiones se habían intensificado. No solo eran más claras, sino que también eran más concurrentes. A veces, incluso las tenía despierto y, aunque se esforzaba en disimularlo bastante bien, Remus era muy observador e intuitivo y parecía que comenzaba a sospechar.

Las visiones generalmente no eran un problema. Harry se había acostumbrado a ver a Riddle castigar a sus mortífagos por sus incompetencias, a asesinar muggles de altos cargos como senadores y congresistas y a dictar ordenes que para Harry no tenían sentido hasta un par de semanas después, cuando un miembro más del Wizengamot había desaparecido o algún nuevo ataque a alguna familia importante del mundo mágico se había llevado a cabo. Sin embargo, las visiones que involucraban a los Malfoy siempre eran particularmente desagradables.

Lucius Malfoy era la mano derecha del Lord y estaba presente en casi todas las visiones que Harry tenía. El patriarca Malfoy generalmente intentaba complacer a su amo a costa de lo que fuese, y eso incluía a su propio hijo al que había vendido como si de una pieza de arte se tratase. Draco pasaba la mayor parte del tiempo en presencia de Voldemort luciendo túnicas espectaculares que resaltaban su gran atractivo, con todo tipo de joyería encima, como algún tipo de bonito y brillante trofeo al que le gustaba pulir todo el tiempo que le fuese posible.

Como en la mayoría de las visiones era Harry, dentro del cuerpo de Tom, el moreno presenciaba aquellos desfiles y derroches de grandeza desde primera fila. Tom Riddle se regocijaba en su trofeo, en su victoria sobre Potter. Se regocijaba en ver al chico Malfoy hincándose ante él y obedecer cada palabra que dictaba, sin rechistar, sin dudar. Si Voldemort decía salta, Draco lo hacía, si le preguntaba "¿Quién es el mago más poderoso de todos?"el rubio respondía "Usted mi señor".

Y no había otra palabra más de por medio, porque aquello, y no otra cosa, era lo que Voldemort quería escuchar del antiguo aliado de Harry Potter quién, de alguna manera, se las había ingeniado para convencer al Lord de que su amistad con Potter había sido única y exclusivamente para encontrarle alguna debilidad. Aunque Harry sospechaba que esas miradas coquetas y esas sonrisas fáciles que Draco le dedicaba a Tom tenían algo que ver.

Y aquello era lo que le tenía tan enfermo de celos y furia. Draco había demostrado saber llevar muy bien su papel como simpatizante del Lord, pero parecía tan real su devoción por él, que Harry comenzaba a dudar de verdad y comenzaba a creer que Draco Malfoy realmente le había dado la espalda, que realmente se había ido al bando del enemigo por conveniencia, porque Tom Riddle valía más que Harry Potter, porque era más poderoso, porque tenía un ejército de verdad y más experiencia liderándolo.

The King.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora