Live with ChanYeol [ChanChen/ChanDae]

Vacaciones (JD)

Por fin estaba saliendo de vacaciones, no más universidad por un buen tiempo (en realidad sólo un mes y una semana, pero me gusta imaginar que es más tiempo).

Estuve muy emocionado la primera semana, esperaba poder pasar más tiempo con ChanYeol, pero no fue así, resulto que él y LuHan tenían planes para todas las vacaciones, en los cuales yo no estaba incluido.

En la segunda semana de mis solitarias vacaciones, ChanYeol corrió a mis brazos en busca de diversión, sus planes perfectos con LuHan se habían visto afectados por KyungSoo, quien estaba hospitalizado debido a un burrito en horrible estado. Como LuHan era la única persona cercana a KyungSoo en Corea debía hacerse cargo de él y cuidarlo hasta que se recuperara completamente.

—¿Qué quieres hacer ahora?—preguntó ChanYeol en la tercera semana de vacaciones—Ya vimos todas las películas de Flash y también las series, animadas y live action, comimos helado hasta perder la conciencia, repetimos los vídeos musicales de ECO a todo volumen, hicimos todo lo que habíamos planeado y aún nos quedan dos semanas libres.

Medité sus palabras y rayos, no habíamos hecho nada productivo.

—Creo que es hora de salir—habló ChanYeol con voz seria.

— ¡No!—contesté rápidamente.

Si había algo que no me gustaba en la vida era salir a la calle, lo soportaba cuando se trataba de ir a la universidad, al supermercado o a lugares como el doctor. Salir de casa para ir a socializar con desconocidos me asustaba.

—Vamos JongDae—el gigante me sonrió con confianza—Estarás junto a mí, nadie raro se va a meter con nosotros, yo te voy a proteger de los malos.

Al parecer no me resistí a sus palabras, porque ya me encontraba sentado en una banca del parque más cercano a mi preciado hogar.

El parque era increíble, no muy grande ni muy pequeño, con faroles que parecían de cuentos de hada y arboles frondosos y verdes, me gustaba observar como las personas ajenas convivían felizmente.

Mientras ChanYeol compraba unos helados, un niño pequeño se acercó a mi con cara triste.

— ¿Señor ha visto a mis papás?—preguntó con ojos cristalinos—Creo que me he perdido.

¿Señor? ¡Que niño tan ciego!

ChanYeol apareció justo cuando iba a decirle que no.

— ¡Pero que tenemos aquí!—exclamó emocionado— ¿Qué pasa pequeño?

El niño repitió lo que me había dicho.

—Tus papis deben estar preocupados, ¿quieres qué te ayudemos a buscarlos?

— ¡Sí!—aceptó el niño un poco más animado.

Me levanté de la banca y el niño inmediatamente nos tomó de la mano. Caminamos mientras el niño buscaba con la mirada a sus padres. En el camino ChanYeol me dedicó varias sonrisas.

El gigante ya estaba pensando en preparar los papeles de adopción, cuando una voz desconocida llamó al niño perdido.

— ¡Kim BaekMin!—gritó escandalosamente un chico que parecía ser el padre, o bueno, uno de los dos.

— ¡Papi!—lloriqueó el chiquillo.

Tanto los padres como el niño corrieron a abrazarse, montando una escena digna de película, todas las personas que se encontraban en el parque fijaron su mirada en aquel emotivo momento y algunas hasta aplaudieron.

— ¿BaekHyun?—cuestionó ChanYeol al padre escandaloso.

— ¿Orejas locas?—devolvió el otro acercándose a nosotros.

— ¿Tienes un hijo?—el gigante parecía asombrado.

—Algo así, es el hijo de mi novio MinSeok—señaló al chico que lo acompañaba.

Viéndolo más de cerca, el tal MinSeok lucía demasiado joven para tener un hijo.

BaekHyun y ChanYeol se sumergieron en una plática intensa, poniéndose al corriente de todo lo que habían hecho de sus vidas. Por otra parte, MinSeok me daba pequeñas miradas con recelo.

— ¿Cuántos años tiene el pequeño?—traté de hacer platica.

— ¿Ahora si te importa saber de él?—respondió MinSeok de manera grosera.

No respondí, y volví a guardar silencio.

Media hora más tarde, el enano BaekMin cayó dormido y MinSeok le pidió a Baek que volvieran a casa.

— ¿De dónde lo conoces?—pregunté una vez se habían ido.

—Es mi ex—respondió con tranquilidad.

— ¿Y cómo es que le hablas con tanta normalidad?—hablé aterrado. Yo no le hablaría a mi ex ni aunque me pagaran.

—Fácil, uso la boca, muevo la lengua y listo— algunas veces ChanYeol daba respuestas muy estúpidas.

—Eres un tonto—suspiré molesto.

—Está bien, te lo diré. Lo de Baekhyun y yo no fue nada serio, sólo estábamos juntos por sexo—se llevó las manos a la nuca y sonrió avergonzado.

El gigante también daba información de más, no necesitaba saber acerca de su virginidad inexistente.

— ¿Y los helados?—traté de cambiar el tema.

—Tú recién salías de una ruptura cuando te conocí, ¿qué paso?

— ¿Entonces ya no tenían? Lástima, tenía ganas de comer uno.

—Si respondes mi pregunta te comprare todo el helado que quieras.

Lo pensé unos segundos, esa podía ser la oferta de mi vida.

—Se llamaba Kris, estuvimos saliendo un buen tiempo, hasta que terminó conmigo porque ya no me quería—solté rápidamente.

— ¿Y quién es la perra de Tao?—me hirvió la sangre—A veces gritas ese nombre cuando estás dormido.

— ¡Es la resbalosa que me quito a Kris!

—Pensé que era hombre.

— ¡Lo es!—grité.

ChanYeol cerró la boca de golpe.

—No hablemos más de eso, ¿está bien?—dije recuperando la calma.

El gigante asintió como cachorro regañado. Seguimos caminando hasta que comenzó a anochecer.

— ¿Por qué no iniciaste una conversación con MinSeok?—ChanYeol trató de romper la tensión que había en el ambiente.

—Lo intente, pero ese chico me odia—afirmé.

— ¿MinSeok?—preguntó ChanYeol casi burlándose—Es inofensivo, tan sólo ve sus cachetes.

Recordé los grandes e inflados cachetes de hámster del chico y era cierto, se veía tan inofensivo, tal vez yo estaba exagerando. Tal vez.

Estuvimos dando vueltas por el parque, hasta que la noche cayó y las estrellas brillaban en el cielo.

—Creo es que es hora de volver a casa JongDae—dijo ChanYeol para después tomarme de la mano.

Literalmente me estaba arrastrando a nuestro departamento, su agarre me hacía sentir incapaz de moverme y no, no es porque me gustara o algo por el estilo.

Casi llegábamos a casa cuando en una esquina un chico raro se cruzó en nuestro camino y me miró desconcertado.

— ¿Chen?—preguntó el desconocido.